lunes, 27 de mayo de 2013

boy before flowers : Starlight Tears - Kim Yu Kyung sub koreano y español

Qué debo hacer? te echo de menos hasta en mis sueños...

Valor no es igual a precio.

No es la altura, ni el peso, ni la belleza, ni un título o mucho menos el dinero lo que convierte a una persona en grande. Es su honestidad, su decencia, su amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás. Cuando habla de frente y vive de acuerdo a lo que dice, cuando presta atención, cuando mira a los ojos y sonríe. Una persona es grande cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra no de acuerdo con lo que esperan de ella, sino de acuerdo con lo que espera de sí. ALGUNAS PERSONAS TIENEN VALOR, OTRAS TIENEN PRECIO

domingo, 12 de mayo de 2013

Tener Fé

Tener fé es “ACEPTAR” lo que Dios permite en nuestra vida aunque no lo entendamos, aunque no nos guste. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo vé, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos.

 

Tener fé es “DAR” cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos. La fé siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud tanto al que recibe, como al que dá.

Tener fé es “CREER” en lugar de recurrir a la duda, que es lo más fácil. Si la llama de la confianza se extingue, entonces ya no queda más remedio que entregarse al desánimo. Para muchos creer en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve la vida hacia grandes derroteros. Pero todavía hay una forma más elevada de creer. Saber que nuestra vida está en las manos de Dios y que Él es quien cuida de nosotros.

Tener fé es “GUIAR, DIRIGIR” nuestra vida, pero no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.

Tener fé es “LEVANTARSE” cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura.

Tener fé es “ARRIESGAR” todo a cambio de un sueño, de un amor, de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.

Tener fé es “VER” positivamente hacia adelante, no importa cuán incierto parezca el futuro o cuán doloroso el pasado. Quien tiene fé hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte de su pasado, pueda verlo como un grato recuerdo.

Tener fé es “CONFIAR” pero confiar no sólo en las cosas y en las personas, sino en el Dios que obra, actúa y habla a través de las personas. Muchos confían en lo material, pero viven relaciones huecas con sus semejantes. Cierto que siempre habrá gente que lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso con aquel en quien confías dos veces. 

Tener fé es “BUSCAR” lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar. Tener fé es no dejar nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuándo tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.

Tener fé es “ANDAR” por los caminos de la vida de la misma forma en que lo hace un niño. Tomados de la mano de nuestro padre. Tener fé es dejar nuestros problemas en manos de DIOS y arrojarnos a sus brazos antes que al abismo de la desesperación. Fé es descansar en Él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.


“Que en tu vida haya suficiente fé para afrontar y esperar que las situaciones difíciles cambien, y la necesaria humildad para aceptar que muchas veces el que tiene que cambiar, eres tú”

domingo, 5 de mayo de 2013

EL OSO Y EL ATEO

Un ateo estaba caminando por el bosque.
"Qué árboles mas majestuosos! Qué ríos mas poderosos! Qué animales tan bellos!" -se decía para sí.
Mientras caminaba a lo largo de la orilla del río, escuchó un ruido que venia de los arbustos detrás de él. Cuando se volteó para mirar, vio un oso grizzly de 7 pies que venia hacia él.
El corrió lo más rápido que pudo hacia arriba de la senda. Miró sobre su hombro y vió que el oso se estaba acercando cada vez más. Su corazón comenzó a latir rápidamente y el trató de correr más rápido. Se tropezó con una piedra y cayó a tierra. Rodó para poder incorporarse, pero vió que ya el oso estaba encima de él agarrandolo con su pata izquierda mientras levantaba la derecha para desgarrarlo. En ese instante el Ateo gritó: "!Oh, Dios mio!" ......!

El tiempo se detuvo. El oso se frizó.  El bosque estaba silencioso. Una luz brilló alrededor del hombre y una voz se escuchó desde los cielos: "Tu has negado mi existencia por todos estos años, has enseñado a otros que yo no existo, y hasta le has acreditado la creación de todo a un accidente cósmico. ¿Y ahora esperas que yo te ayude a salir de esta situación? ¿Te debo contar entre los creyentes ahora?"

El Ateo miró directamente hacia la luz brillante y dijo:"Es verdad, sería hipócrita de mi parte pretender que de súbito tú me trates como un cristiano, pero ¿podrías hacer que el oso se haga cristiano?" "Muy bien", dijo la voz. Y la luz dejó de brillar. Y los sonidos del bosque se reanudaron. Y el oso cayó de rodillas, levantó sus dos patas y las puso juntas y bajó la cabeza y habló: "Señor, bendice este alimento que voy a recibir y por lo cual estoy verdaderamente agradecido..."
Moraleja: Cuidado con lo que le pedimos a Dios... seamos sabios.



Cuando Alguien te Ama

Cuando alguien te ama, también es paciente contigo.

Cuando alguien te ama, toma las circunstancias de tu vida y las usa de una forma constructiva para tu crecimiento.

Cuando alguien te ama, está de tu parte; quiere verte madurar y desarrollarte en el amor.

Cuando alguien te ama, no derrama su ira contigo por todos los "errores" que cometes, aunque sean muchos.

Cuando alguien te ama, sufre profundamente cuando vé que te desvías del camino, pero espera confiadamente hasta que puede orientarte a que sigas la senda correcta.

Cuando alguien te ama, sigue confiando en tí cuando ni siquiera tú confías en ti mismo.

Cuando alguien te ama, nunca te dice que eres un caso perdido; más bien trabaja pacientemente contigo y te corrige de tal manera que es posible que te cueste entender la profundidad del cuidado que tiene por ti.

Cuando alguien te ama, nunca te abandona aunque muchos de tus amigos lo hagan.

Cuando alguien te ama, se queda a tu lado cuando llegas al fondo de la desesperación y se pone en evidencia lo que realmente eres. Pero no te juzga, sino que te sigue viendo como una persona hermosa, digna y llena de valor y significado.

“Cuando alguien te ama de esa manera, te está demostrando el mayor de todos los dones, el perfecto e incondicional amor de Dios”