martes, 27 de mayo de 2014

Sos poseedor de aquello que podés desprenderte...

Sos poseedor de aquello que podés desprenderte, de lo contrario no sos poseedor, sino poseído.

A lo largo de nuestras vidas vamos acumulando emociones que guardamos en la “mochila de la vida“. Esta mochila es invisible y muchas veces inconciente, es decir, no nos damos cuenta que la cargamos.
Hoy quiero invitarte a imaginar que toda tu vida pudiera entrar en tu mochila… absolutamente todo… tu trabajo, tus relaciones personales, tus relaciones familiares, tus sueños, tus metas, todo lo que te ponés “al hombro”…
Ahora te pido que te imagines a vos mirando esa mochila… Qué ves? Qué opinás? Está demasiado llena? Tal vez demasiado vacía? Todo lo que llevás en esa mochila es tuyo? Estás llevando “cosas de otros” y si así fuera, podés distinguir qué llevás y a quién le pertenece? Esta mochila te permite caminar libremente o funciona como “ancla”?…
Todas estas respuestas están dentro tuyo, al igual que tu mochila, te pertenecen.
Te propongo vaciar tu mochila para reordenarla y comprometerte con vos mismo a volver a guardar en ella lo que elijas para tu felicidad. Soltar las tristezas, los miedos, los “no puedo”, los “no me lo merezco”, soltar todo aquello que no te sirve para seguir adelante.


El primer paso es animarte a elegir libremente, mas allá de los “debería”, de tu inercia (todo aquello a lo que ya te acostumbraste).
Tal vez sea hora de decir adiós a muchas cosas que hoy no te permiten seguir adelante porque como escribí al principio somos poseedores de aquello que podemos desprendernos, de lo contrario no somos poseedores, si no poseídos.


 

 

 

 

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