miércoles, 26 de noviembre de 2014

LLAMADA AL CIELO

¿Qué sucedería si Cristo instalara un contestador telefónico automático en el cielo?
Imagínate rezando y escuchando el siguiente mensaje:
Gracias por llamar a la Casa de mi Padre.
Por favor selecciona una de estas opciones:

* Presiona 1 para peticiones.
* Presiona 2 para acciones de gracias.
* Presiona 3 para quejas.
* Presiona 4 para cualquier otro asunto"

Imagínate que Dios usara esta conocida excusa:

De momento todos nuestros ángeles están ocupados, atendiendo a otros clientes. Por favor manténgase rezando en la linea,su llamada sera atendida en el orden que fue recibida. "..

¿Te imaginas obteniendo este tipo de respuestas cuando llames a Dios en tu oración?:

_ Si deseas hablar con Gabriel, presiona 5.
_Con Miguel, presiona 6.
_Con cualquier otro angel, presiona 7.
_ Si deseas que el Rey David te cante un Salmo, presiona 8.
_ Si deseas obtener respuestas a preguntas necias sobre los dinosaurios, la edad de la Tierra, donde esta el Arca de Noe, por favor esperate a llegar al Cielo.

¿Te imaginas lo siguiente en tu oracion?:

Nuestra computadora señala que ya llamaste hoy. Por favor despeja la linea para otros que tambien quieren rezar... O bien:
Nuestras oficinas estan cerradas por Semana Santa. Por favor, vuelve a llamar el Lunes.

Gracias a Dios que esto no sucede...
Gracias a Dios que le puedes llamar en oracion cuantas veces necesites...
Gracias a Dios que a la primera llamada, El siempre te contesta...
Gracias a Dios porque la linea de Jesus nunca esta ocupada...
Gracias a Dios que El nos responde y nos conoce por nuestro nombre...
Gracias a Dios que El conoce nuestras necesidades antes de que se las manifestemos...
Gracias a Dios porque de nosotros depende llamarle en oracion...
Gracias a Dios por leer este mensaje..

Bonita Reflexión

Un muchacho entró con paso firme a la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuvieran. El joyero le mostró una hermosa piedra solitaria que brillaba como un pequeño sol resplandeciente. El muchacho contempló el anillo, preguntó el precio y con una sonrisa se dispuso a pagarlo.
¿Se va usted a casar pronto? - Preguntó el joyero.
¡No! - respondió el muchacho - Ni siquiera tengo novia.
Es para mi mamá - dijo el muchacho. Cuando yo iba a nacer estuvo sola; alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, así se evitaría problemas. Pero ella se negó y me regaló la vida que hoy puedo disfrutar. Fue padre y madre. Amiga, hermana y maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella.
El joyero, sorprendido, no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el descuento especial que sólo se hace a los clientes importantes.

Reflexión:
Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.
Tenemos más compromisos, pero menos tiempo.
Tenemos más medicinas, pero menos salud.
Hemos multiplicado nuestras fortunas, pero interiormente estamos vacíos.
Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
Hemos llegado a la luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral y felicidad.
Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría.
Con más comida, pero menos nutrición.
Son días en los que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios.
Son tiempos de casas más lindas, pero más hogares rotos.
Por eso, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas; pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos en el campo, en la playa; come tu comida preferida; visita los sitios que te gustan.
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es sólo para sobrevivir.
Escribamos aquella carta que pensábamos escribir.
Digamos hoy a nuestros familiares y amigos cuánto los queremos.
No retrases nada que agregue alegría y felicidad a tu vida.
Cada día, hora y minuto pueden ser especiales.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Gracias papá, por enseñarme lo pobre que somos...

Un Padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre Lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina. Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del campo.

En el automóvil, retornando a la ciudad, el padre preguntó a su hijo:
- ¿Qué te pareció la experiencia?…
- Buena, contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia.
- Y… ¿Qué aprendiste?, insistió el padre…
El hijo contestó:
1.- Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen. cuatro.
2.- Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín… Y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos, y otras bellezas.
3.- Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumbrar nuestro jardín… Mientras que ellos se alumbran con las estrellas y la luna.
4.- Nuestro patio llega hasta la cerca… Y el de ellos llega al horizonte.
5.- Que nosotros compramos nuestra comida… Ellos, siembran y cosechan la de ellos.
6.- Nosotros oímos CD’s… Ellos escuchan una perpetua sinfonía de pájaros, pericos, ranas, sapos, cucarrones y otros animalitos….
7.- Nosotros cocinamos en estufa eléctrica… Ellos, todo lo que comen tiene ese glorioso sabor del fogón de leña.
8.- Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas….. Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.
9.- Nosotros vivimos conectados al celular, a la computadora, al televisor… Ellos, en cambio, están “conectados” a la vida, al cielo, al Sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a su Familia, sobre todo a Dios.

El padre quedó impactado por la profundidad de su hijo…y entonces el hijo terminó:
- ¡Gracias papá, por haberme enseñado lo pobres que somos!
Cada día estamos más pobres de espíritu y de apreciación por la Naturaleza.

Nos preocupamos por TENER, TENER, TENER Y MÁS TENER en vez de preocuparnos por SER. —

jueves, 13 de noviembre de 2014

Humildad

Durante una conferencia sobre las grandes diferencias entre generaciones, un presumido estudiante se tomó la molestia de explicarle a un señor mayor sentado cerca de él, por qué le es imposible a la vieja generación comprender a su generación: 
"Usted creció en un mundo diferente, realmente casi primitivo", dijo en voz lo suficientemente alta para que lo escucharan alrededor. 
"Los jóvenes de hoy crecimos con televisión, internet, teléfonos móviles, aviones jet, viajes al espacio. Nuestras sondas espaciales han visitado Marte. Tenemos naves con energía nuclear y autos eléctricos y de hidrógeno. Computadoras con procesos de velocidad de la luz…y más". 
Luego de un breve silencio el señor mayor respondió: 
"Tienes razón, hijo mío; nosotros no tuvimos esas cosas cuando éramos jóvenes... 
¡ASÍ QUE LAS INVENTAMOS! 
Ahora, dime arrogante, ¿qué estás haciendo TÚ PARA LA PROXIMA GENERACION?" 
¡El aplauso fue ensordecedor!