martes, 2 de diciembre de 2014

La lucecita

La lucecita

Existe ella, un ser lleno de luz, quizá una luz tenue o una brillante; quizá pequeña o quizá grande; quizá una luz blanca o de colores, pero es luz, y fué luz en su vida cuando no encontraba el camino, luz en su corazón cuando se sintió quebrantado, luz en sus noches de desvelo, luz cuando se sentía cansado, luz en palabras de ánimo, esa sencilla luz que alumbra en la obscuridad pero que te dá la esperanza de salir de ella, una lucecita que él siguió y resplandecía más y más cada vez que ella notaba que él salía de la oscuridad de sus días, ella le daba luz y él le daba brillo con su sonrisa. Pero llegó el día en que él salió de la oscuridad y se rodeó de luces, otras luces, luces efímeras, luces artificiales, luces superficiales y luces sin sentido, pero que terminaron poco a poco de alejarlo de aquella lucecita que siempre estaba cerca de él, pero él ya no la notaba, la ignoraba, la rechazaba. Pero la lucecita decidió que nada le quitaría el brillo, ella permanece iluminada, luz natural y de amor, sigue brillando y aunque él ya no la note, ella permanece cerca...cerca, por si él algún día vuelve a recordarla y a pedirle que sea la luz de su camino.

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