lunes, 27 de abril de 2015

CREO EN LAS PERSONAS

Creo en las personas, especialmente en aquellas que se les vé algo más que la humanidad.
Aquellas que a veces la gente confunde con ángeles u otras entidades divinas.
Hablo de aquellas que existen en nuestras vidas, que engrandecen nuestro espacio con pequeñas alegrías.
De aquellas, que miran a los ojos porque son verdaderas, que hacen elogios, que agradecen y piden disculpas con la misma simplicidad de un niño.

Personas que no necesitan hacer trampas para conseguir lo que buscan, porque sus deseos se muestran en sus acciones y reacciones, no en sus caprichos.
Personas que van por la vida sin miedo a la oscuridad, que caminan firmes y levantan la cabeza en momentos de completa desesperanza.
Las que se equivocan más veces de las que aciertan, que aprenden más de lo que enseñan, y viven más de lo que sueñan.

Que cuidan de su cuerpo, por que les acompañará hasta el final de sus días.
Que no distinguen entre ricos o pobres, gordos o flacos, negros o blancos.
Personas simplemente personas que no siempre están seguros de todo, pero siempre cumplen.
Transparentes, amigas, espontáneas y a veces ingenuas.

Prefiero creer en relaciones basadas en la confianza, la serenidad, la humanidad y la sinceridad. Y creer en aquellos encuentros que nos transmiten Paz y Tranquilidad.

Prefiero creer en hombres y mujeres que reverencian la vida con la misma intensidad que un gran amor.
Que pasan por la tierra y dejan su huella, su recuerdo.
Hombres y mujeres que habitan el perfecto universo y el orden de la existencia...

LOS DE ALMA LIMPIA Y PUROS DE CORAZÓN.

miércoles, 22 de abril de 2015

LAS CUATRO ESTACIONES

De manera personal, al leer ésta historia me llena de nostalgia al recordarlo a él, lo conocí en sus cuatro estaciones y todas ellas me gustaron y me enamore de todas. Le conocí en su invierno y me llenaba de estusiasmo saber que llegaría el momento que lo vería brotar con todo su esplendor en su primavera y cuando botó sus hojas lo amé más,  porque me dejaba ver su interior y se mostraba tal cual era, y al llegar a su verano me mostraba lo cálido que podía ser. Pero él me conoció en mi otoño y le mostré mi alma desnuda y sentimientos, y también conoció mi verano y le mostré mi calidez cuando él pasaba por su invierno, para que no se congelara; pero él al llegar a mi invierno tuvo miedo y buscó lo más fácil, huir...sin imaginar que después de esa estación fría le haría ver y vivir en el jardín de bendiciones en los que floreceríamos los dos, no esperó a ver mis frutos rojos y dulces para él. Así ésta historia me llenó de recuerdos y nostalgia al pensar que alguien huye de una situación complicada, sin pensar que son etapas y parte del proceso de la vida y sin pensar que ésta pudo haber sido su más grande bendición. La historia dice así:

Había una vez un hombre que tenía cuatro hijos.

El hombre buscaba que ellos aprendieran a no juzgar las cosas tan rápidamente; entonces los envió a cada uno por turnos a visitar un peral que estaba a una gran distancia.

El primer hijo fue en el invierno, el segundo en la primavera, el tercero en el verano y el hijo más joven en el otoño.

Cuando todos ellos habían ido y regresado; su padre los llamó, y juntos les pidió que describieran lo que habían visto.

El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido.

El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas.

El tercer hijo no estuvo de acuerdo, dijo que estaba cargado de flores, que tenia aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa más llena de gracia que jamás había visto.

El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, y dijo que el peral estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.

Entonces el hombre les explicó a sus hijos que todos tenían razón, porque ellos solo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol.

Les dijo a todos que no deben de juzgar a un árbol, o a una persona, solo por ver una de sus temporadas, y que la esencia de lo que son, el placer, regocijo y amor que viene con la vida puede ser solo medida al final, cuando todas las estaciones ya han pasado.

Si tú te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano, y la satisfacción del otoño.

No dejes que el dolor de una estación destruya la dicha del resto.

No juzgues la vida solo por una estación difícil.

Aguanta con valor las dificultades y las malas rachas, porque luego disfrutarás de los buenos tiempos.

Sólo el que persevera encuentra un mañana mejor.

EL MEJOR DIA DE TU VIDA

No te detengas en lo malo que has hecho; camina hacia lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste, decide no repetirlo.
No te mires con tus ojos, contémplate con la mirada de quien ama.
No pienses en lo largo que es el camino de tu transformación, sino que en cada paso que des estarás más cerca de ser lo que quieres ser.
No confíes en tus propias fuerzas; pon tu vida en manos de Dios.
No trates que otros cambien; comienza por tu propia vida.
Deja que el amor te inunde y no te defiendas de él.
Sólo contempla la meta y no veas lo difícil que es alcanzarla.
Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo.
No sufras hoy por lo que viene, recuerda que «cada día tiene su propia finalidad»
Busca alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe.
Ante cualquier provocación, trata de responder en lugar de reaccionar.
Si tu felicidad y tu vida dependen de alguien que no es Dios, estás apoyando la escalera en la pared equivocada.
Aprende a mirarte con amor y respeto.
Vivir Sirviendo, Vivir Amando.

lunes, 20 de abril de 2015

LOS 10 MANDAMIENTOS DE LA PAREJA INFELIZ

Romeo Albeiro subió al gran monte del Ciberespacio, y luego de cuarenta días de ausencia, que generaron locura y desenfreno en el pueblo que le esperaba, descendió al campamento de los Hebrios…

Todos aguardaban atentos por las palabras que hablaría su profeta iluminado, Romeo Albeiro, luego de haber estado en un retiro espiritual del cual traería los mandamientos que regirían a su pueblo en adelante…

Descendió con dos iPads que contenían los 10 mandamientos, que en adelante serían indispensables para poder tener un noviazgo de película (¡DE PELÍCULA DE TERROR!).

A ver, todos, muchachos, vengan para acá les leo los mandamientos que los llenarán de desdicha e infortunio ―dijo Romeo A. a sus seguidores―, mientras el pueblo, compuesto por indomables jóvenes que ardían de deseo por ennoviarse y casarse, se acercaba poco a poco como oveja que va al matadero.

¡Rápido, que me estoy quemando por el fuego de la pasión! ―afirmó uno que venía en medio de la multitud en calzoncillos.

Romeo Albeiro, por favor, dime pronto si debo o no darme besos al estilo traqueotomía con mi novia ―exclamó otro.

Tengo una semana de estar de novio, ¿ya me puedo casar? ―preguntó otro, que parecía endemoniado con los ojos desorbitados por la pasión.

Y el pueblo entero, en medio de gran jolgorio, se acercaba con el fin de que el profeta iluminado declarara las palabras que los conducirían por el camino del desenfreno.

¡Todos callen! ―exclamó Romeo Albeiro, haciendo señal de silencio con su dedo en la boca―. A continuación, los 10 Mandamientos para tener parejas infelices les entregaré, para que sus relaciones sentimentales en adelante tengan un fracaso garantizado ―añadió el profeta, y continuó uno a uno con sus mandamientos.

I. Renuncia a tu propia vida: Sólo te sentirás valioso y tu vida sólo tendrá sentido cuando tengas una relación sentimental. Desespera cuando estés solo. Depende totalmente de una pareja y entra en depresión si no la tienes. Que el único miembro de tu círculo social sea tu pareja. Escucha y canta a diario las alabanzas del salmo titulado “Sin un Amor” del salmista Vicente Fernández.

II. No uses tu cerebro: Entrega el control a tus hormonas, sentidos y sentimientos, y cree que el enamoramiento durará para siempre y que siempre estarás saltando de flor en flor en calzoncillos, como en la noche de bodas.

III. Únete en yugo desigual: Recuerda que hay muchos inconversos por salvar, en especial aquellos que tienen atractivo físico. Tu entrega a ellos en alma, pero sobre todo en cuerpo, servirá para que esas pobres almas se salven. Recuerda tu vocación de evangelista, aunque los demás malvados de la Iglesia no te comprendan. Escoge la pareja que despierte más oposición en tus padres y líderes religiosos, con eso el éxito al buscar una pareja infeliz estará garantizado.

IV. No tomes las cosas con calma: Aumenta las probabilidades de tu fracaso matrimonial con un noviazgo lo más corto posible. No tienes que esperar tanto tiempo para conocerse y saber si es la persona indicada. Se recomienda un máximo de 3 meses para casarse, y no existe un mínimo. “Hágale rápido que estoy ardiendo de pasión” será nuestro lema en este sentido.

V. No te fijes límites: No te niegues. Déjate llevar. Permite siempre que pasen por encima de ti. Entrégales tu cuerpo y permíteles que lo toquen. Es una prueba de amor. Sólo se trata de “un adelantico”, nada grave.

VI. No dejes para mañana la relación sexual que puedes tener hoy: Déjale el control a tus órganos sexuales. Lo importante es que tú y tu pareja tengan sexo “por amor”. Hay que probar antes de casarse, pues de pronto ya casados resulta que no se entienden y es peor.

VII. En el noviazgo, juega a estar casado: Vivan juntos antes de casarse. Es mejor probar primero. De esta manera aceptas la falta de compromiso de tu pareja que piensa estar libre para un día “salir volando”, y casi que estás garantizando que nunca habrá un matrimonio, pues total tu pareja ya tiene todo lo que pudiera desear sin necesidad de casarse.

VIII. Pelea suciamente: No hables de los problemas, mejor déjalos ocultos para que generen amargura. Cada conflicto tienes que ganarlo a toda costa, pelea con todo lo que tienes para ganar. Anula el pensamiento de tu pareja, su opinión no importa. Insulta, sé violento y grita lo más fuerte que puedas cuando discutan. Recuerda que eres “el duro del paseo”, “el latin lover”, y no te la puedes dejar montar.

IX. Ignora toda señal de advertencia antes de casarte: Ignora el abuso que recibas de parte de tu pareja. Ignora adicciones, infidelidad, irresponsabilidad e inmadurez, pues todo eso “desaparecerá con el tiempo”. Aunque no te guste mucho físicamente, no importa, sigue adelante con la relación, pues como dicen en las novelas venezolanas “aprenderás a amarme Topacio”, y es mejor mal acompañado que solo. Cumpliendo este mandamiento, te prometo que serás la pareja infeliz un día.

X. Elije con insensatez: Ponte de novio y cásate con la primera persona que te lo proponga. Sólo por querer falsamente demostrar que haz superado tus dolores del pasado. Sólo fíjate en lo externo, en sus bienes materiales, en su título universitario, en su belleza; que se parezca a Brad Pitt (para mujeres) o a Jennifer López (para hombres). Cásate con el único objetivo de tener sexo de manera lícita y de no estar solo, aunque de lo demás no estés tan seguro. Haz todo lo más rápido posible.

Ahora, a ser obedientes mis queridos discípulos Hebrios, y les aseguro que tendrán relaciones sentimentales infelices ―concluyó el profeta Romeo Albeiro, “el gran iluminado”.

miércoles, 8 de abril de 2015

LAS PELOTAS DE GOLF

Un profesor, delante de sus alumnos de la clase de Filosofía, sin decir ni una palabra, cogió un bote grande de vidrio y procedió a llenarlo con pelotas de golf. Después preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.
El profesor cogió una caja llena de perdigones y los vació dentro del bote. Estos llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.
Después el profesor cogió una caja con arena y la vació dentro del bote. Por supuesto que la arena llenó todos los espacios vacíos y el profesor volvió a preguntar de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes sonrieron y le respondieron con un sí unánime.
El profesor, rápidamente añadió dos tazas de café al contenido del bote y efectivamente, llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían.
Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo:
"Quiero que os fijéis que este bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada mas nos quedasen estas, vuestras vidas aún estarían llenas.
“Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche... La arena es el resto de las pequeñas cosas.
“Si primero pusiéramos la arena en el bote, no habría espacio para los perdigones, ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo el nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes.
“Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o tu afición favorita. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua. Ocúpate primero de las pelotas de golf, de las cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades, el resto solo es arena".
Uno de los estudiantes levanto la mano y le preguntó que representaba el café. El profesor sonrío y le dijo: "¡Me encanta que me hagas esa pregunta! El café es para demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un lugar para dos tazas de café con un amigo...