lunes, 29 de junio de 2015

EL NUDO EN LA SABANA

En una junta de padres de familia de cierta escuela, la Directora resaltaba el  apoyo que los padres deben darle a sus hijos.
También pedía que se hicieran presentes el máximo de tiempo posible.
Ella entendía que, aunque la mayoría de los padres
de la comunidad fueran trabajadores, deberían
encontrar un poco de tiempo para dedicar
y entender a los niños.
Sin embargo, la directora se sorprendió cuando
uno de los padres se levantó y explicó, en forma
humilde, que él no tenía tiempo de hablar con
su hijo durante la semana.
Cuando salía para trabajar era muy temprano
y su hijo todavía estaba durmiendo.
Cuando regresaba del trabajo era muy tarde
y el niño ya no estaba despierto.
Explicó, además, que tenía que trabajar de esa
     forma para proveer el sustento de la familia.     
Dijo también que el no tener tiempo para su hijo lo
angustiaba mucho e intentaba redimirse yendo a
besarlo todas las noches cuando llegaba a su casa
y, para que su hijo supiera de su presencia,
él hacia un nudo en la punta de la sábana.
Cuando el hijo despertaba y veía el nudo, sabía, a
través de él, que su papá había estado allí y lo había
besado. El nudo era el medio de comunicación
entre ellos.
La Directora se emoció con aquella singular historia
y se sorprendió aún más cuando constato que el hijo
de ese padre, era uno de los mejores alumnos
de la escuela.
El hecho nos hace reflexionar sobre las muchas
formas en que las personas pueden hacerse
presentes y comunicarse con otros.
Aquél padre encontró su forma, que era simple pero
eficiente. Y lo más importante es que su hijo percibía,
a través del nudo afectivo, lo que su papá le estaba
diciendo.
Algunas veces nos preocupamos tanto con la forma de
decir las cosas que olvidamos lo principalque es la
comunicación a través del sentimiento.
Simples detalles como un beso y un nudo en la punta
de una sábana, significaban, para aquél hijo, muchísimo
más que regalos o disculpas vacías.
Es válido que nos preocupemos por la personas pero
es más importante que ellas lo sepan,
que puedan sentirlo.
Para que exista la comunicación, es necesario que
las personas "escuchen" el lenguaje de nuestro
corazón, pues, en materia de afecto, los
sentimientos siempre hablan más alto
que las palabras.
Es por ese motivo que un beso, revestido del más
puro afecto, cura el dolor de cabeza, el raspón en
la rodilla, el miedo a la oscuridad.
Las personas tal vez no entiendan el significado de
muchas palabras, pero saben registrar un gesto de
amor. Aún y cuando el gesto sea solamente un nudo.
Un nudo lleno de afecto y cariño.
VIVE DE TAL MANERA QUE CUANDO
TUS SERES QUERIDOS PIENSEN EN
JUSTICIA, CARIÑO, AMOR E INTEGRIDAD...
PIENSEN EN TI....
(Autor desconocido) 


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