miércoles, 8 de julio de 2015

SER COMO EL ARBOL





Admirable es la sabiduría del viejo árbol,
que, conociéndose a sí mismo,
desecha sus hojas enfermas
para dar nuevas hojas sanas.

Admirable es el gran sabio,
quien discerniendo entre el bien y el mal,
y conociéndose a sí mismo,
obra como el viejo árbol.

He aquí la mayor de las sabidurías:
sólo conociéndome a mí mismo podré perfeccionarme,
al igual que se perfecciona el gran sabio;
al igual que se perfecciona el viejo árbol.

Analizaré cada día de mi vida,
mi conducta y mis actos.
Seleccionaré mis errores:
seleccionaré mis malos hábitos.
Escogeré uno de estos hábitos,
y repetiré constantemente el hábito contrario
hasta que el mal hábito haya perecido.
De esta forma, al igual que el viejo árbol,
Sabré cuáles son mis hojas enfermas,
Desecharé éstas y haré brotar nuevas hojas sanas.

Tal es el secreto de la perfección.

2 comentarios:

  1. Hasta a los viejos arboles los talan y las personas sabias pueden ser destruidas por los ignorantes.
    y me cuestiono:
    ¿Para qué exigirnos la perfección?
    De donde se origina esas ansias por la perfección?
    Para que deseamos ser el epicentro de la envidia?
    Porque obviamente cuando sobresalimos entre los demás mortales
    todos lo notan, se dan cuenta de su propia miseria y futilidad,
    y como no pueden o no se dan cuenta que son capaces de ser igual
    de grandes y perfectos, recurren a la antigua semilla de la envidia,
    para destruirnos y así demostrar que todos son iguales a ellos.

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  2. Así es amigo, cada uno venimos con muchas semillas: la ira, la bondad, la envidia, la alegría, el odio, el amor etc... Todo depende de cual decidamos regar y cual hacer germinar para ser como el viejo árbol. Gracias por tu comentario! Saludos!...A regar esa semilla del frondoso árbol con buenos frutos!!! :)

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