miércoles, 27 de enero de 2016

HISTORIA DE DOS ALMAS GEMELAS


Hubo un tiempo, en que dos almas que viajaban interdimensionalmente, compañeros de aventuras por muchas vidas, fuera del tiempo, pero en el inmenso espacio de uno de tantos universos, hicieron un pacto. Los pactos de almas se realizan libremente, y en acuerdo de ambas partes partícipes de dicho pacto. Dos almas gemelas acordaron entonces que bajarían de nuevo a la Tierra, y su pacto sería aprender qué es verdaderamente el AMOR. El Amor Incondicional, fuera del plano tercera dimensión donde la materia está hecha de luz, se experimenta por todo el tiempo, pero aquí, en ésta, nuestra dimensión, no es así. Así que decidieron sus respectivos papeles, sus personajes...ambos creativos, amantes de la naturaleza, de los cuerpos, de la belleza, las artes y la música...de todo aquello que hace al alma vibrar. Los dos eligieron bajar a la encarnación bajo el mismo signo, con el mismo regente planetario, pero en diferentes espacios de tiempo. Nos unirá el sol!!! se dijeron... Conscientes de que cuando bajaran, el velo que cubre las conciencias de los humanos no les permitiría recordar quiénes eran en realidad, y acordaron conocerse allí mismo...en "El Sol", para que así, pudieran fácilmente reconocerse, y comprender que estaban unidos por algo más allá del azar, más allá de lo casual. Cuando algo ocurre por pura sincronicidad, o causalidad, es así, todos los detalles están tan sumamente cuidados...las situaciones están tan sumamente impregnadas de magia que parece increíble que algo así esté ocurriendo en realidad. Las almas se encontraron, se miraron, y al instante hubo algo que los unió para siempre, sin atarlos nunca. Se amaron, se tocaron con toda la dulzura con la que, aun no recordando haberlo hecho antes, se sorprendían de la complicidad, la familiaridad no de ese cuerpo o ese rostro, sino de ese alma. Se besaron, y quedaron grabados el uno en el otro. En la vida nos enseñamos cosas unos a otros, nos encontramos para realizar parte de nuestros aprendizajes, y siempre, todo ello está unido por el velo del Amor. Por todo cuanto acontece alrededor de esta historia, parece que dos almas gemelas, libres, fugaces a la par que firmes, intensas, fogosas, brillantes..están experimentando lo que vinieron a realizar. Nos dejaremos nuestro espacio, se dijeron, nuestra libertad, nuestra capacidad de vivir cosas nuevas, lindas, que nos aporten experiencia, aprendizaje, amor, alegría...dejaremos que cada cual viva lo que tenga que vivir, sin oprimir al otroEl AMOR VERDADERO, es completamente libre. No ata, porque sabe que cuanto más espacio deje, más cerca se hallará del otro. Sabe, que cuantas más cosas experimentes, más valorarás aquello que es puro, limpio y elevado. Hicieron el amor...unieron sus cuerpos físicos de tercera dimensión arraigados a la materia, haciéndolos volar a través de la luz de sus almas, y elevando su vibración mutuamente, volaron...volaron juntos por el universo compartiendo lo que hasta ese momento estaban añorando...la intensidad más intensa, el amor más dulce y cálido, las palabras más puras...todo ello desde el desapego, desde el presente. "Trataremos de vivir el momento", se habían dicho. Desde este plano, es difícil hacerlo por momentos, pero él le recordó a ella, que en ese pacto, esa era una de las condiciones que no se podía romper, pues de hacerlo, el resto del pacto iría derecho al desastre. Ella le recordó que era un ángel, y que lejos de caer, venía a esta Tierra a volar. Que los talentos cultivados en otros planos, son sus herramientas para brillar, su identidad, y su lenguaje. Y que si impregnaba éstos de luz, le permitirían llegar hasta lo más hondo del corazón de las personas con aquello que es su pasión...y le prestó la primera herramienta para hacerlo, acercándole un poco más a la luz y el amor. Lejos el uno del otro, se encuentran las noches de estrellas, por los cielos del Universo, sin recordar a la mañana, que como en aquel pacto, continúan tramando cosas que más tarde se plasmarán en la realidad...No importa la distancia que haya entre las almas, cuando están conectadas, siempre lo están, y siempre lo estarán."Viviremos el Amor de una manera diferente, de manera que casi no se entienda...será tan especial, y tan atípico que prácticamente nadie, ni nosotros mismos podamos ponerle nombre" Algo que no tiene un nombre humano,y sí que lo tiene a nivel espiritual, celestial, no necesita de calificativos reales, pues es más real que la realidad misma que vivimos cada día. Aún no saben qué rumbo cojerá este pacto, pues la obra está en su curso, y hasta el final de sus vidas, cuando vuelvan a encontrarse una noche sin noche,o un día sin día fuera del tiempo, y en otro plano, sabrán qué hicieron, por qué lo hicieron, y que ya, no tienen por qué jugar al amor de tercera dimensión, salvo que lo hagan por gusto. Porque entonces, en ese día sin noche, sin tiempo ni espacio, estarán unidos como siempre,por aquello que siempre les unió, y que por siempre les unirá...cómplices uno del otro, compañeros de tantas vidas, amantes, amigos, hermanos....se sonreirán al darse cuenta, de que entre tantos papeles, y eones de tiempo, siempre les unieron dos cosas..que eran ángeles, y que conocían EL AMOR.
A ti, preciosa alma gemela, para que volemos siempre libres, y cuando tengamos un instante, recordemos que por encima de lo que la vida nos depare, por encima de lo que estemos haciendo, de a quién estemos amando...siempre estará el Amor que un día nos unió a bajar juntos a este espectáculo, y que solo por eso, hará de esta historia, una historia única entre tantas.....irrepetible, incomparable...imborrable. Sabes que te amo....con toda la luz y la fuerza que me caracterizan, así como con todo el desapego, libertad y ligereza que cada día aprendo más y más a practicar, y a disfrutar. Maestros que se juntan, ángeles que vibran en la distancia al unísono, pues dos corazones, cuando se acompasan, saben bailar al mismo son sin mirarse, sin verse, solamente sintiéndose.

sábado, 23 de enero de 2016

EL AMOR Y EL JUEGO DE PALABRAS

Tal vez algunos de ustedes recuerden un juego, cuyo nombre desconozco, que consistía en encontrar a la persona que tenía la tarjetita con la misma palabra que uno.

Los participantes se dividían en dos grupos, hombres por un lado y mujeres por el otro. Se repartían unas tarjetitas a unos y a otros. Las de las mujeres eran de color rosa y las de los hombres, de color celeste. Esas tarjetas tenían escrita una palabra rara, que no significaba nada, como por ejemplo “bubumutu”. Había muchas parecidas entre sí, lo cual llevaba a confusión. Por cada palabra que tenía una mujer, un hombre tenía la misma. Se apagaba la luz del cuarto y cada uno tenía que decir en voz alta su palabra hasta encontrar a la persona del otro sexo que tenía la misma. Por supuesto, era una mezcla de sílabas similares, un barullo de voces sonando al mismo tiempo y la oscuridad que ayudaba a no encontrarse. Era muy divertido.

Hoy, varios años después, se me ocurre pensar que la vida real es bastante parecida a ese juego. Vamos buscando a nuestra alma gemela, un poco mareados, caminando a oscuras muchas veces, diciendo a viva voz nuestra palabra y con la esperanza de encontrar y ganar. El problema es que, por miedo a quedarnos solos, muchas veces elegimos la palabra que no es la nuestra. Por ejemplo, si nuestra tarjetita dice “bubumutu” pero nos topamos con un “bubumuru”, por las dudas, por falta de fe, nos quedamos con esa pareja. Y, obviamente, no ganamos porque sólo ganan los que encuentran su par. Tal vez no nos demos cuenta en seguida de que no hemos ganado, tal vez estemos un par de años pensando que hemos vencido, pero tarde o temprano la verdad nos saltará en la cara.

Ojalá tengamos la valentía suficiente para seguir caminando hasta encontrar nuestra palabra… no una parecida, no una que más o menos va… sino la nuestra.

EL VERDADERO EXITO

Cuando pensamos en una persona exitosa, generalmente, nos imaginamos a alguien con éxito profesional o económico. Nos cuesta deshacernos de estas asociaciones.

No solemos pensar en una persona que vive decentemente como alguien exitoso si ello no va acompañado de logros laborales o económicos. Sin embargo, si, como ya hemos dicho, el fracaso verdadero es elegir el camino del mal y nunca cambiar de dirección, el éxito debería ser su contrapartida: elegir el camino del bien.  Pero pocas veces  somos conscientes de ello y lo podemos separar suficientemente, tal vez por la niebla de nuestras vidas, que nubla nuestro entendimiento y que hace que juzguemos equivocadamente.

Ojalá podamos empezar a liberarnos de los requisitos impuestos por una sociedad que mira a través de la niebla y construyamos nuestras propias vidas en base al éxito verdadero, mirando y juzgándonos (a nosotros mismos y a los otros)  a través de los claros que se abren en la niebla de cada uno, para equivocarnos cada vez un poco menos.

ORACION DIARIA

Señor, dame paciencia para esperar
porque mis tiempos no son tus tiempos.

Aplaca la ansiedad que hay en mí y permíteme ver que en el camino se va la vida.

Ayúdame a no pretender apurar los pasos y dame la fe necesaria para sentir que, aunque crea que mi andar es demasiado lento, Tú me haces avanzar en el momento adecuado.

Señor, dame fortaleza para no claudicar,
renueva mis fuerzas cada vez que sea necesario y permíteme sentir que estás siempre a mi lado.

Señor, dame paciencia para esperar y sabiduría para entender que mis tiempos no son tus tiempos y permíteme sentir que me tienes tomada de las manos.

Amén.

EL CAMINO DEL BUEN HOMBRE

Iba un maestro con sus aprendices, del pueblo hacia la granja, por el Camino del Buen Hombre. A su paso se encontraron con un cachorrito desamparado, pero alegre y juguetón. Los aprendices le dijeron:  "Maestro, tú deseabas salvar la vida de un perro, aquí tienes la oportunidad; además es lindo y simpático, te alegrará tu granja". Pero el maestro pareció no oírlos y siguió caminando.

Un trecho más adelante se encontraron con otro perro desamparado, más grande que el anterior, pero muy lindo y cariñoso. Otra vez, los aprendices le dijeron: "Mira, maestro, este perro es hermoso, si lo llevas todos tus amigos te alabarán y podrás gozar del cariño que este perro tiene para dar". Pero, nuevamente, el maestro se hizo el que no los oyó y continuó su andar.

Algunos kilómetros después se encontraron con un tercer perro abandonado, encorvado, que caminaba lento y que estaba en el tramo final de su vida. Al verlo, los aprendices no dijeron nada al maestro. Pero esta vez, el maestro les dijo: "Tomen una soga y llévenlo con nosotros. Este es el perro que quiero llevar conmigo". Los aprendices estaban desorientados, pero obedecieron al que los guiaba. Entonces, uno de los aprendices le preguntó al maestro: "Señor, disculpa que no entienda, pero ¿por qué, habiendo otros dos perros mejores, elegiste el que está encorvado, camina lento y se encuentra en el final de su vida?". El maestro contestó: "Bien saben ustedes que mis bienes son escasos y que no tengo posibilidades de alimentar más que a un perro. Ahora, díganme ustedes qué perro tiene más posibilidades de ser rescatado". Los aprendices le contestaron: "Sin dudas, el primero y luego, el segundo". El maestro les dijo: "Es por eso que yo rescaté al tercero. Nadie lo querría, por eso yo lo elijo como mi compañero y lo cuidaré y amaré el tiempo que le quede de vida. En cuanto a los otros dos, vayan y digan a mis amigos: 'Hay dos perros muy lindos, uno alegre y el otro cariñoso, abandonados en el camino que baja del pueblo', y les aseguro que vendrán prontamente a rescatarlos".

Con el perro con ellos, continuaron el camino hasta la granja del maestro.

lunes, 18 de enero de 2016

¿QUÉ CUÁNTOS AÑOS TENGO?

¿Que cuántos años tengo? ¡Qué importa eso!
¡Tengo la edad que quiero y siento!
La edad en que puedo: Gritar sin miedo lo que pienso...
Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido...
Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué importa cuántos años tengo!
¡No quiero pensar en ello!
Pues unos dicen que ya soy viejo(a),
y otras "que estoy en el apogeo".
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte. Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.
Ahora no tienen por qué decir: ¡Estás muy joven, no lo lograrás!
¡Estás muy viejo(a), ya no podrás!
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños,
se empiezan a acariciar con los dedos,
las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor,
a veces es una loca llamarada,
ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada..
y otras... es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.
¿Qué cuántos años tengo?
No necesito marcarlos con un número,
pues mis anhelos alcanzados,
mis triunfos obtenidos,
las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas...
¡Valen mucho más que eso!
¡Qué importa si cumplo cuarenta, cincuenta o más!
Pues lo que importa: ¡Es la edad que siento!
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero,
pues llevo conmigo la experiencia adquirida
y la fuerza de mis anhelos.
¿Qué cuántos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo
y hacer lo que quiero y siento!!. 
Qué importa cuántos años,
¿¿cuántos tengo, o cuántos espero … ??
Si con los años que tengo...
¡¡Aprendí a querer lo necesario y a tomar sólo lo bueno!!

lunes, 4 de enero de 2016

LA PUERTA NEGRA

Érase una vez en un país muy lejano un rey que era muy polémico por sus acciones.
Tomaba a los prisioneros de guerra y los llevaba hacia una enorme sala. Los prisioneros eran colocados en grandes hileras en el centro de la sala y el rey gritaba diciéndoles:
-Les voy a dar una oportunidad, miren el rincón del lado derecho de la sala.
Al hacer esto, los prisioneros veían a algunos soldados armados con arcos y flechas, listos para cualquier acción.
-Ahora, continuaba el rey, miren hacia el rincón del lado izquierdo.
Al hacer esto, todos los prisioneros notaban que había una horrible y grotesca puerta negra, de aspecto dantesco, cráneos humanos servían como decoración y el picaporte para abrirla era la mano de un cadáver. En verdad, algo verdaderamente horrible solo de imaginar, mucho más para ver.
El rey se colocaba en el centro de la sala y gritaba:
- Ahora escojan, ¿qué es lo que ustedes quieren? ¿Morir clavados por flechas o abrir rápidamente aquella puerta negra mientras los dejo encerrados allí? Ahora decidan, tienen libre albedrío, escojan.
Todos los prisioneros tenían el mismo comportamiento: a la hora de tomar la decisión, ellos llegaban cerca de la horrorosa puerta negra de más de cuatro metros de altura, miraban los cadáveres, la sangre humana y los esqueletos con leyendas escritas del tipo: "viva la muerte", y decidían: -"Prefiero morir atravesado por las fechas."
Uno a uno, todos actuaban de la misma forma, miraban la puerta negra y a los arqueros de la muerte y decían al rey:
- "Prefiero ser atravesado por flechas a abrir esa puerta y quedarme encerrado".
Millares optaron por lo que estaban viendo que hacían los demás: elegir la muerte por las flechas. 
Un día, la guerra terminó. Pasado el tiempo, uno de los soldados del "pelotón de flechas" estaba barriendo la enorme sala cuando apareció el rey. El soldado con toda reverencia y un poco temeroso, preguntó: - "Sabes, gran rey, yo siempre tuve una curiosidad, no se enfade con mi pregunta, pero, ¿qué es lo que hay detrás de aquella puerta negra?"
El rey respondió: Pues bien, ve y abre esa puerta negra." 
El soldado, temeroso, abrió cautelosamente la puerta y sintió un rayo puro de sol besar el suelo de la enorme sala, abrió un poco más la puerta y más luz y un delicioso aroma a verde llenaron el lugar.
El soldado notó que la puerta negra daba hacia un campo que apuntaba a un gran camino. Fue ahí que el soldado se dio cuenta de que la puerta negra llevaba hacia la libertad.
Reflexión:
¿qué es para vosotros la puerta negra?
Yo la asocio con nuestros miedos, sobre todo nuestros miedos a salir del lugar en el que estamos, El miedo a lo desconocido, a no ser capaz, una inseguridad que paraliza, o una frustración. Miedo a asumir riesgos.. los soldados prefieren morir pero sabiendo lo que les va a pasar..que traspasar la puerta sin saber. Creo que en muchos momentos de nuestra vida tenemos puertas negras en nuestro interios ¿cuáles son las nuestras? ¿qué pasaría si las abriéramos?