viernes, 30 de septiembre de 2016

QUIERO UN TODO...

No quiero un día sí y otro no. Quiero un todo, quiero jugármela por ti y que te la juegues por mí, quiero dar todo y recibir lo mismo también.

No quiero pláticas a medias, quiero conocer todo de ti, tus secretos, tus pasiones, tus miedos y tus sueños; quiero que me cuentes tu futuro, tus planes, lo que quieres lograr. Platícame qué es lo que te apasiona y cuál es tu marca de autos favorita. Cuéntame tu día, con detalles, hasta lo que no te gustó de él…

Déjame hablarte de mis gustos, de la pasión que tengo por escribir y mejor aún, quiero que si no compartes esa pasión al menos me leas; que te guste, que te inspire, que algo de mí te motive.

Déjame te cuento mis miedos, y tal vez juntos podamos superarlos; no te rías, a veces puedo actuar como una niña pequeña y llorar sin motivo, pero por ti, prometo ser fuerte.

No quiero que me dejes hablando sola, prefiero que me digas que estás ocupado, saber que tienes otras cosas que hacer, saber que tienes una vida y que esa vida puede ser compartida conmigo; quiero que los dos tengamos que contarnos algo al final del día y que no todo se resuma a un: “Estoy bien, gracias”. No, no estás bien, cuéntame, que te hizo reír, o enojar, o gritar.

por Débora Carrasco

lunes, 26 de septiembre de 2016

SIEMPRE SERAS UN POCO MIO.

Seguirás siendo mío cuando lo que te quedó pendiente conmigo sea lo primero que hagas con ella.

Serás siempre un poco mío.

Como los besos que des a otras cuando lleven un poco de lo que aprendiste en mis labios. Como cuando en la cama sus gemidos no se parezcan a los míos y, entonces, te acuerdes de mí.

Serás siempre un poco mío cada vez que abraces a otra y tus latidos sigan golpeándote los recuerdos al mismo ritmo. A aquel ni que se inmuta cuando una caricia no sabe traspasar más que la piel.

Y es que yo. Yo fui la causa, la consecuencia y la solución. La misma que te quiso a rabiar y la que se acuerda de ti. La que te busca en los sueños que revuelven un pasado al que solo se le da al Play cuando sabe que estoy en Stand by.

Porque desde ahí es desde donde suceden las cosas. Desde el fondo. Desde el fondo del alma, de los recuerdos, y del corazón.

Artículo por Noemí Carnicero Sans

jueves, 22 de septiembre de 2016

QUIERO UN AMOR A LA ANTIGUA

Yo quiero un amor así, un amor a la antigua, quiero enamorarme de alguien que eleve mis pies del suelo y me permita volar. Sentir adrenalina cuando sus ojos me miran fijamente, quiero que tome mi mano al caminar, quiero que camine a mi lado porque es ahí donde quiere estar.

Alguien que me abrace por la espalda sabiendo que no puedo volverme porque mis manos están ocupadas pero no se limita a amarme sólo cuando puede, sino cuando quiere.

Quiero que sepa que no soy perfecta, que tengo mal humor, pero que voy a amarlo para siempre, que voy a amarlo a la antigua, que no buscaré su remplazo si no es perfecto. Quiero que me enseñe a entenderlo, a ayudarlo a llegar alto, y que aún en la cima sepa que sus ojos me seguirán viendo a mí, y su corazón seguirá a mi lado. Le ofrezco litros de pegamento para reparar nuestro amor cada que quiera romperse, un corazón desnudo, y el secreto de cómo saber cuándo intento mentir.

Voy a decirle que mi pasado es oscuro, pero quiero vivir y ver la luz al final del túnel a su lado.

La gente suele decir que sólo se ama una vez en la vida, pero yo quiero amar mil veces, de mil formas a una sola persona y que esté dispuesto a amarme igual. Que suelo ser celosa porque no soy la más segura, que mi manera de amarlo no se basa en sus errores sino en las sonrisas que me provoca.

Deseo tener un amor a la antigua para que me extrañe cuando salga de casa por días, y a mi regreso me haga sentir como si nunca me hubiera ido. Quiero cocinar más rico que su mamá, y abrazarlo cuando necesite consuelo. Quiero, en ocasiones, ser la que lleve la iniciativa al tomar algunas decisiones y quiero tener siempre esa sensación en el estómago cuando nos besamos.

Quiero, a final de cuentas, descubrir junto a él lo que significa tener un amor a la antigua y reinventarlo cada día.

Autor:  Pao Torres

lunes, 5 de septiembre de 2016

SABES?

Sabes… Aún extraño esos momentos que nunca vivimos, tantos recuerdos que jamás escribimos. Sí, aún te extraño.
Extraño nada y tanto de ti. Tan poco de eso que a veces me diste. Extraño una parte de mí, esa que se fue contigo.
No te voy a mentir, te extraño, te extraño como a nadie pero… De extrañar no se vive.
Extraño darme cuenta que tus recuerdos son lo único que me queda de ti. Pero sé que podré olvidar eso que nunca fuimos y en el silencio perdido, me fumaré todo recuerdo olvidado.
Quisiera arrancarte de raíz, pero ya perdí la cuenta de todas esas veces que he dicho, que ya no te volveré recordar. Siempre me miento y a veces no me entiendo, sobre todo cuando digo algo diferente a lo que estoy sintiendo y ahora sé que todo aquello que nunca fuiste para mí se queda de aquél lado, aquél que algunos llaman pasado.
Quisiera que cuando pasen los años me recuerdes, sonrías sin darte cuenta y lo primero que quieras sea volver a verme, porque sé muy bien que fue el adiós quien se robó nuestra historia.
Solo me queda decirte, que si por pura casualidad o por cosas del destino un día nos volvemos a encontrar, finjamos que no paso nada, a ver si vuelve a pasar…
Porque tú y yo tenemos unos cuantos recuerdos pendientes por terminar.

Fer Dichter