lunes, 27 de julio de 2015

ENAMORATE DE UNA MUJER DE VERDAD



Puedo pedirte que te enamores de una mujer de verdad. Enamórate de una mujer que lee, pero no de esas que leen porque deben, sino de aquella que lo hace por pasión, sin obligación. Enamórate de una mujer que busque “figuritas” en las nubes. Enamórate de una mujer que sea lo suficientemente valiente para decir que tiene miedo pero que siempre ejecute a pesar de él. Enamórate de una mujer que no mate hormiguitas sólo porque puede, enamórate de la que agarra la hormiguita en la uña y la devuelve a su fila, eso significa que es buena y capaz de apiadarse de los que no tienen las mismas herramientas que ella. Enamórate de una mujer que no disimule ni esconda lo inteligente que es. Las que se hacen pasar por brutas son mucho más peligrosas que las que asumen con orgullo lo inteligentes que son. Además, ¿por qué quisieras estar con una mujer que se subestima para cazar un hombre? Enamórate de una mujer que sea abrazable, adorable, querible y cogible. Todas son importantes. Enamórate de una mujer que no se maquille mucho. Son honestas y seguras. Las que se maquillan mucho envejecen más rápido. Enamórate de una mujer que le guste Mafalda y no tan Barbie. Enamórate de una mujer que no tema decirte tus verdades, pues demuestra que su opinión cuenta. Enamórate de una mujer que hable con los animales, sabe que no pueden hablar pero si escuchar y sentir. Eso indica que respeta a los demás aún siendo inferiores. Enamórate de una mujer que le gusten las plantas y cultivarlas. Enamórate de una mujer que tiene detalles inesperados, tus días serán diferentes. Enamórate de una mujer que pueda disculparse cuando sabe que cometió un error, pues demuestra que eres más importante que una discusión. Enamórate de una mujer que le guste comer. La vida es más divertida comiendo pizza que lechuga. Enamórate de una mujer que le guste la música. No importa que no sea la misma que te guste a ti. La música puede unirlos cuando se distancien, curarlos cuando se enfermen y salvarlos cuando se pierdan. Enamórate de una mujer que sepa cocinar, que le guste lavar platos o que tenga dinero como para comprar un lavaplatos. Enamórate de una mujer que esté más preocupada por los ceros en sus cheques que en los tuyos. Enamórate de una mujer que te quiera porque la haces reír y no porque le compras cosas. Enamórate de una mujer a la que no necesites llevarla a lugares caros para saber que la conquistará. Enamórate de una mujer que respire profundo para calmarse cuando te ve. Enamórate de una mujer que no pueda esconder nada. Enamórate de los ojos que la delaten y que te digan lo que necesitas saber. Enamórate de ella porque le brillan los ojos cuando te ve. Eso significa que está enamorada de ti. Enamórate de una mujer que te escuche con atención. Enamórate de una mujer que te pueda hacer sentir culpable y genuinamente arrepentido de vez en cuando. Que tenga ese poder sobre ti es el mejor antídoto contra la arrogancia y el orgullo. Enamórate de una mujer que no sepa planchar, para que no pierdan ni un solo momento juntos. Enamórate de una mujer que sepa escribir “notitas” de amor. Las “notitas” reviven las mariposas y hasta pueden mandar un bombazo de sangre al…corazón.
Enamórate de una mujer que le guste bailar. Recuerda que bailar es la expresión vertical de un deseo horizontal. Enamórate de una mujer que piense en otras cosas, que haga otras cosas y que piense en otras personas diferentes a ti. Enamórate de una mujer con hobbies, con intereses, con pasiones. Que no seas sólo tú. Enamórate de una mujer que sepa que el amor tiene que ser libre. El amor obligatorio sólo le hace daño a los involucrados.
Enamórate de una mujer que ame y deje amar. Que sea y deje ser. Enamórate de mí o de alguien como yo, para que no me duela tanto.



viernes, 17 de julio de 2015

LAS MUJERES SON COMO LAS MANZANAS

Las mejores están en la copa del árbol. Los hombres no quieren alcanzar las mejores, porque tienen miedo de caer y herirse. En cambio, toman las manzanas podridas que han caído a tierra y que aunque no son tan buenas, son fáciles de alcanzar.

Así que las manzanas que están en la copa del árbol, piensan para si, que algo está mal con ellas, cuando en realidad, "Ellas son grandiosas". Simplemente tienen que ser pacientes y esperar a que el hombre correcto llegue, aquel que sea lo suficientemente valiente para trepar hasta la cima del árbol por ellas.

No nos caigamos para ser alcanzadas, quien nos necesite y quiera hará TODO para alcanzarnos.... La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior. Sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida, y al lado del corazón para ser amada.


Quiero agregar mi opinión de ésta reflexión. Han escuchado hablar de la ley del mínimo esfuerzo? Aquella donde el individuo no quiere complicarse y busca lo fácil. Pues hay hombres que la usan hasta para buscar pareja. Y es que siempre he pensado que es por miedo, porque se acostumbraron a vivir con el mismo tipo de mujeres, que cuando tienen a una que vale la pena, huyen! Huyen con cualquier excusa, quizá nunca creyeron que existieran mujeres que les demostraran el amor en cada momento y tienen miedo que fuera real. Muchos van por el camino que los lleva a la copa del árbol, pero en el trayecto se les cruza la manzana podrida, la fácil de alcanzar y la toman, a veces porque es el tipo de manzana al que vienen acostumbrados y no quieren complicarse con la manzana de la copa del árbol y desisten. Desisten por miedo, por cobardes, por temor a lo nuevo, a lo complicado, lo difícil, por no tener claro lo que quieren, por simplemente la ley del mínimo esfuerzo.

Diferencia entre estar enamorado y amar a esa persona.

Tardé mucho tiempo en aprender la diferencia entre estar enamorado de alguien y realmente amar a esa persona. Y lo aprendí de la manera más difícil.

Hubo corazones rotos repetidamente durante años. Aunque me hubiese gustado no sufrir tanto, las experiencias que aprendí me enseñaron más que cualquier otra cosa.

Crecí con cuentos de hadas e historias de amor que me enseñaron a creer que enamorarse y amar a alguien eran la misma cosa. Pero esto no podía estar más lejos de la realidad.

Estar enamorado de alguien y amar realmente a esa persona son dos cosas completamente diferentes. Ser capaz de aplicar este conocimiento a tus propias relaciones es la clave para construir una relación que dure en el tiempo.

Aquí te mostramos algunas diferencias entre estar enamorado y amar a alguien:

Cuando estás enamorado de alguien, quieres tener a esa persona. Cuando amas a alguien, necesitas a esta persona.

Estar enamorado se trata de querer tener parte de la otra persona. Es creer que esta persona es tan maravillosa, que quieres que él o ella sean parte de tu vida. Parte de ti. Cuando te enamoras de alguien, sientes una necesidad intensa de consumir tiempo junto a esa persona.

Estar enamorado es creer que necesitas a alguien para ser feliz.

No quieres tenerlo, o más bien, no te basta con tenerlo. Necesitas a esa persona para vivir una vida feliz y saludable. Tu felicidad, literalmente, depende de eso.

Necesitas que esta persona sea parte de tu vida de una u otra forma, no porque quieras ser dueño de parte de este ser humano, sino porque quieres darle a él o a ella una parte de ti mismo: amar a alguien es sentir que valen tanto como para entregarles parte de ti.

No se trata de apropiación, se trata de querer lo mejor para esa persona: algo que, a veces, involucra dejarlos ir.

Cuando estás enamorado de alguien, tus emociones siempre están al 100%. Cuando amas a alguien, los sentimientos van y vienen.

Te sientes como si estuvieses flotando sobre una nube. Te sientes así sólo con estar enamorado de esta persona, y es una sensación que no quieres dejar ir.

Nadie quiere dejar de sentir algo así,  y ese es el problema: llega un momento en que te bajas de la nube.

Amar a alguien no es tanto sobre las emociones, tiene más que ver con los pensamientos.

Pensar en alguien, querer lo mejor para ellos, hacer lo que puedas para hacerlos felices y preocuparte de ellos tanto, o más, de lo que te preocupas de ti mismo: eso es amor. Las emociones que vienen con el proceso son beneficios adicionales.

Una vez que pasas la etapa de simplemente estar enamorado de alguien a comenzar a amarlos, tienes que aprender a dejar ir esta sensación de estar en una nube y aprender a vivir con emociones menos estridentes.

Cuando estás enamorado de alguien, crees que te importa esa persona más de lo que en realidad es. Cuando amas a alguien, te preocupas de esa persona más de lo que te das cuenta.

Enamorarse es mucho más fácil que amar. Cuando estás enamorado, los químicos presentes en tu cerebro y cuerpo te hacen sentir como si esta persona fuera la mejor persona del mundo.

Crees que este ser humano es la persona más increíble con la que jamás te hayas encontrado. Lamentablemente, esta forma de pensar acaba cuando pasa el enamoramiento.

Es fácil reconocer cuándo estás enamorado porque te hace sentir una necesidad constante. Por otro lado, amar, no te da recordatorios tan constantes.

Cuando realmente amas a alguien, dichos momentos de separación y pérdida te sobrepasan con la emoción. Muchas veces las personas olvidan cuánto aman a alguien, o a veces no se dan cuenta, hasta que la vida los obliga a recordar.

Cuando estás enamorado, puedes desenamorarte de esa persona. Cuando amas a alguien, nunca dejas de amarlo.

Si puedes enamorarte de alguien entonces ya saber que puedes, igual de fácil, desenamorarte de esa persona.

Estar enamorado, y todo lo que se relaciona con el amor romántico, es en su mayoría el resultado de lo que nuestra mente elabora. Nos permitimos enamorarnos al ver de manera romántica al individuo así como también a la relación. Cuando estás enamorado, la realidad no siempre es lo mismo que tú ves.

Amar a alguien es algo que te define: define quién eres. Quienes nunca nos dejan son las personas a quienes amamos.

Pueden irse, o salir debido a otras razones de nuestra vida, pero nunca se van de nuestra mente. Su recuerdo nos provoca emociones fuertes. Su presencia en nuestras vidas tiene una influencia tan importante en nosotros que, debido a ellos, somos personas diferentes.

Cuando amas a alguien, no puedes dejar de amar a esa persona, ya que requeriría dejar de amar a una parte de ti mismo.

Y tú, ¿amas a esa persona o estás enamorado de ella?

miércoles, 8 de julio de 2015

SER COMO EL ARBOL





Admirable es la sabiduría del viejo árbol,
que, conociéndose a sí mismo,
desecha sus hojas enfermas
para dar nuevas hojas sanas.

Admirable es el gran sabio,
quien discerniendo entre el bien y el mal,
y conociéndose a sí mismo,
obra como el viejo árbol.

He aquí la mayor de las sabidurías:
sólo conociéndome a mí mismo podré perfeccionarme,
al igual que se perfecciona el gran sabio;
al igual que se perfecciona el viejo árbol.

Analizaré cada día de mi vida,
mi conducta y mis actos.
Seleccionaré mis errores:
seleccionaré mis malos hábitos.
Escogeré uno de estos hábitos,
y repetiré constantemente el hábito contrario
hasta que el mal hábito haya perecido.
De esta forma, al igual que el viejo árbol,
Sabré cuáles son mis hojas enfermas,
Desecharé éstas y haré brotar nuevas hojas sanas.

Tal es el secreto de la perfección.