martes, 14 de septiembre de 2021

UNA CARTA PARA MI MISMA...

UNA CARTA PARA MI MISMA, CUANDO SIENTO QUE TODO VA MAL EN MI VIDA

Si alguna vez dudas acerca de lo que puedes lograr, por favor recuerda tu momento más difícil y bastará para que sientas que puedes con el mundo entero.

Ya hemos pasado por esto, recuerda tres cosas: tranquila, te amo y todo pasa, este momento también pasará. Has recorrido un largo camino, viviste cosas que jamás, ni en el sueño más remoto imaginaste, pasaste por los momentos más bonitos y complicados de tu vida, así que no hay razón para entrar en pánico, eres fuerte y cada día lo serás un poco más.

Te admiro mucho, tanto que eres mi orgullo más grande, sé lo que has pasado y que cada día, uno a uno intentas ser la mejor persona posible, todo lo demás es secundario; si alguna vez dudas acerca de lo que puedes lograr, por favor recuérdate en ese que fue tu momento más difícil y bastará para que de nuevo sientas que puedes con el mundo entero, porque hasta hoy no conozco persona más fuerte y decida que tú, cuando te lo propones.

Vive este momento, no como un castigo ni algo desafortunado sino como una oportunidad, tú más que nadie sabe que nada es eterno así que toma lo que necesites, aprende lo que pueda servirte para después y fluye con la vida, recuerda que el miedo, la tristeza, el dolor, la rabia y la desesperanza también son parte de ella y de ti, entre más resistas más duele así que dales oportunidad y las gracias por lo que vinieron a enseñarte, luego déjalos ir.

Eres humana, permítete equivocarte y caer, llora si lo necesitas y muéstrate frágil, que hoy estoy convencida que eso es fortaleza, y no es malo; recuerda ser humilde, que exigirte perfección es arrogancia.

No te reproches jamás el confiar en la gente, dales una oportunidad cuando lo creas prudente y confía en tu instinto cuando te diga que no; si alguien hace algo que te lastima recuerda dos cosas, son humanos igual que tú y si se equivocaron comprende, pero si lo hicieron con intención solo déjalo ir, entiende que no hay algo malo contigo y sus decisiones no te pertenecen ni tienen que ver con tu valor, no siempre eres la indicada para toda la gente y eso está bien, entonces suelta y continúa.

Agradece siempre, nada ni nadie pasa por tu vida sin tener una misión en ella, sé receptiva y mantente dispuesta a aceptar lo hay para ti, suelta aquello que ya no encaja más y mantén las manos abiertas para lo que viene, pero no te aferres a lo que duele o no funciona, que ocupa el espacio de cosas mejores.
Quiérete tanto que solo permitas para ti lo mejor, rodéate de todo lo bueno, personas, momentos, lugares.

Recuerda lo infinitamente feliz que has aprendido a ser en tu propia compañía, y si en algún momento alguien quiere entrar a tu vida, asegúrate que supere eso, porque para menos, ya no estás.

Recuerda de dónde vienes y ten claro a dónde vas, pero si en algún momento no lo sabes, disfruta entonces de explorar las posibilidades, a veces encuentras lo que no sabías que buscabas.

Ama tu pasado, abrázalo y agradécele, que tiene mucho que ver con quien eres hoy, pero céntrate especialmente en tu presente, que es mucho de lo que serás mañana.
Siente mucho, has mucho, da mucho, ama mucho, arriesga mucho y siempre, siempre, ganarás en mayor proporción.
Sé fiel a ti, no temas decir ‘no’ cuando así lo sientas, de cualquier forma nunca se acaba de complacer a los demás; pero sobre todo, apasiónate por lo que haces y llena tu vida de ‘sí’, sí voy, sí quiero, sí puedo, sí lo hago, sí aprendo, sí… ¡Vivo!

Ama a los demás, sean familia, amigos, conocidos o pareja, pero sobre todo ámate a ti, recuerda lo que aprendimos y es ‘no romperse en pedazos para mantener a los demás completos’, tal vez la lección más liberadora del mundo fue cuando nos quedó claro que cada persona es tan grande y completa que para ser feliz le basta con ella misma, entra a la vida de los otros para hacerla un poco mejor, vive con ellos, pero siempre para ti; estar rodeada de amor y personas mejora mucho la vida, pero tengo la certeza de que hasta el día de hoy tu más grande y bonito descubrimiento fue saber que eres una mujer completa, que aquello que necesitas está ahí, dentro de ti y que definitivamente, cada día tienes la posibilidad de ser la mujer más feliz de tu vida.
Te amo incondicional, sincera e infinitamente, estoy aquí contigo y solo quise recordarte que esta es nuestra aventura, hagamos que valga la pena el viaje.
Sonríe, que me encanta cuando lo haces, y recuerda ‘qué bonita estás y debes ser feliz...'



Fuente: El despertar de la conciencia.

martes, 7 de septiembre de 2021

"CUENTA UNA LEYENDA GUARANÍ"...

"Cuenta una leyenda Guaraní..."

- Que la muerte no es el final de la vida, pues el hombre, al morir, abandona el cuerpo en la Tierra pero el alma continúa su existencia. 

La leyenda dice que se desprende el alma y vuela a ocultarse en una flor a la espera de un mágico ser.

Entonces, es cuando aparece el "mainimbú" (nombre guaraní del Colibrí) y recoge las almas desde las flores, para guiarlas amorosamente al Paraíso. 

Esta es la razón de que vuele de flor en flor. 

Antiguamente se creía que el colibrí provenía de un país de hadas y quien tenga hoy el placer de contemplarlo, no estará lejos de opinar lo mismo. 

Por eso, cuando en nuestro jardín aparece un "Colibrí" significa que nos vienen a contar que las almas de los que amamos están bien. ❤️

Anónimo.


Notas agregadas por Lorena Mejía.

Los colibríes son seres espirituales, son considerados mensajeros espirítuales por eso me encantan, además de ser un ave muy hermosa, por sus colores, su veloz vuelo en todas las direcciones y es un ave difícil de ver. También se les asocia con la resilencia, resistencia, persistencia, felicidad y la autenticidad. 

También como otro símbolo espiritual, los colibríes son elegidos por los ángeles para que nos recuerden seguir el camino de una vida alegre y vivir centrados en el presente y no en el pasado o en el futuro.

Por eso, cada vez que tengo la oportunidad de verlos, me encanta apreciarlos; me gusta pensar que, efectivamente traen un mensaje de nuestros seres queridos que ya no están en este plano terrenal. 
En mi antigua casa, todas las mañanas llegaban al jardín con su peculiar canto, cuando los escuchaba, salía corriendo a la ventana para poder apreciarlos y es ahí donde me gustaba pensar que era señal que el alma de mi mami y mi papi estaban cerca con un mensaje de esperanza. Me llenaba de paz al instante.




jueves, 2 de septiembre de 2021

UNA CHICA QUE LEE...

“[…] Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.

Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas.

Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos. Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace. Por lo menos tiene que intentarlo.

Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo. 
Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos. 

Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.

Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme.

Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba”.


Fuente: “Sal con una chica que lee” –Rosemary Urquico