lunes, 14 de enero de 2019

¿POR QUÉ SER UNA COPIA? ¡SI NACISTE PARA SER AUTÉNTICA!

¿Por qué ser una copia? cuando nací para ser auténtica. Por ello decidí escribir este artículo, para crear conciencia sobre ese valor que se ha venido desvaneciendo.
Entonces, ¿Qué es ser auténticas?
Es ser legítimas, naturales, reales, sinceras, genuinas y creíbles. ¡Wow! qué poderoso es el significado de esta palabra, ¿no?
Entonces, ¿en qué momento nos desviamos tanto de ser auténticas?
Exactamente en el momento que dejamos de creer que nacimos para algo especial y diferente.
También en el momento en que nos ausentamos de nosotras mismas para vivir, actuar, hablar, vestir, pensar, como otras personas. En pocas palabras cuando decidimos seguir las influencias sociales antes de creer que tenemos un diseño original, único y especial.
Tristemente para estar "in" en la sociedad actual, tienes prácticamente que ausentarte de tu esencia y reducirte a ser quien te dicen que debes ser; cómo debes vestir, qué comprar, qué tener, dónde vivir, cómo tener tu cuerpo, qué comer, qué hacer, y un largo etcétera...de lo contrario serás rechazada y no formarás parte de la tendencia.
¡Olvidémonos de la tendencia por un momento y empecemos a ser únicas, originales y reales! Esto es lo que nos hará ser mujeres felices.
Vemos todo el tiempo a los personajes influyentes de la sociedad, como los  artistas, futbolistas, actores, modelos y presentadores, expresar su descontento con la vida que llevan, porque simplemente son los muñecos de los poderosos en el mundo.
Si tener dinero, una posición, un mejor trabajo, mas aplausos o un estatus, significa sacrificar tu esencia, creo que sería mejor pensarlo dos veces.
Pensándolo bien, lo mas importante en la vida no es la cantidad de seguidores que tengas en las redes sociales, ni los likes que te den en una foto, ni los aplausos que recibas de millones. Lo realmente importante en esta vida es ¡ser auténticas!, y poder explotar ese propósito para el cual nacimos, porque es en el propósito donde la vida cobra sentido y donde realmente se encuentra la plenitud que todos anhelamos.
Me impresiona cada vez mas ver un mundo lleno de clones, ver personas desperdiciando su esencia real por tan solo aparentar lo que no son.
Yo creo que Dios te creo con talentos y dones especiales, así que si quieres ser exitosa debes preguntarse en este momento: ¿Estas siendo una copia?, ¿Sabes quién eres?, ¿para qué estas en la tierra?, ¿conoces tu propósito?, ¿eres auténtica? No podemos seguir siendo permisivas con esto y debemos buscar hoy, dentro de nosotras, el valor propio que tenemos: la utenticidad, eso que Dios puso en nosotras cuando se inspiró y nos dió aliento de vida.
No busques mas afuera, las respuestas solo las encontrarás en ti.
¡No mas copias! Te invito a que seas tu misma.

Por: Melina Velez


miércoles, 2 de enero de 2019

No siempre el no llamar, el no escribir, el no estar… significa no extrañar.

No siempre el no llamar, el no escribir, el no estar… significa no extrañar.
Solemos pensar que todos los sentimientos deben ir seguidos de acciones que de una u otra forma los demuestren, sin embargo, muchas veces los sentimientos pueden ser tan intensos y en paralelo, podemos sentir esa necesidad de protección que nos impida ejecutar cualquier acción que nos coloque en una situación de riesgo.
Bien sea porque ya hemos dado demasiado, porque hemos resultado lo suficientemente lastimados o simplemente porque sentimos que un lugar no nos corresponde, podemos decidir tomar todo aquello que sentimos y ponerlo en resguardo, que no se no note, que no se asome, que quien nos interese pueda asumir que ya no existe.
Podemos extrañar intensamente, podemos desear estar, podemos escribir un mensaje mil veces sin tener el valor de enviarlo, solo con la intención de salvaguardar nuestra integridad. El protegernos a nosotros mismos es nuestra responsabilidad, pero también debemos aprender a distinguir cuándo estamos siendo movidos por nuestro amor propio y cuándo lo estamos haciendo por orgullo.
El acercarnos a donde sabemos o asumimos que saldremos lastimados, nos hace adoptar una predisposición que muy probablemente determine un desenlace particular. Si sabemos que nos vamos a quemar, ¿por qué arriesgarnos a pasar por ese aro?  Pero si algo nos dice que debemos intentarlo, porque sentimos que aún no es el final, que no sea el miedo lo que nos limite a manifestarnos.
Ciertamente nadie quiere sufrir, el amor puede hacer sufrir, porque el proceso de engranar dos vidas completamente diferentes no es para nada sencillo. Todos estamos en riesgo de enamorarnos de quien no nos ama, de desilusionarnos, de ser traicionados, de ser el plan B de alguien, de ser maltratados o malqueridos, pero eso no debe quitarnos las ganas de seguir y en especial de confiar en el amor.
No aseguremos lo que no está a nuestro alcance, nadie puede leer con total fidelidad las acciones de alguien más. Difícilmente estamos en capacidad de descifrarnos a nosotros mismos y por lo general somos capaces de asumir e interpretar las acciones de otros.
El hecho de no contar con esa llamada, con esa compañía, con esas líneas no significa necesariamente que estamos fuera de los pensamientos y sentimientos de esa persona. Si nosotros no hemos dado motivos evidentes para alejarse, podemos al menos aceptar que esa persona se encuentra en proceso personal, en el cual quizás no debemos participar.
La distancia es buena consejera, cuando no idealizamos podemos ver realidades donde solo había existido una ilusión.Démonos a nosotros mismos el espacio y el tiempo que consideremos necesarios para participar o sencillamente ampliar esa distancia, pero sin que nos pese. Y aceptemos que lo que concluyamos de alguien más independientemente de nuestros patrones y creencias, solo será una conjetura y no necesariamente se alineará a lo que otra persona en realidad siente.
Demostrar amor nos hace vulnerables y más aún cuando tenemos argumentos para no demostrar cuánto extrañamos. Sea como sea aprendamos a canalizar los sentimientos, para que la ausencia y el silencio no nos quiebren por dentro.

Por: Sara Espejo.