lunes, 26 de diciembre de 2016

UN DESEO CUMPLIDO...

15 de diciembre
Soy fiel creyente que los milagros ocurren a diario, que tus deseos se pueden cumplir, que solo es necesario creer en ellos con todo tu corazón, aprender a ver las señales que para la mayoría pasan desapercibidas, cuando puede que sea Dios quien te dice shhh fui yo. No perder la fe, aunque la vida o las circunstancias puedan decirte que ese deseo o sueño no puede ser posible, solo te digo cree! Cree y coloca esos deseos en manos de Dios y verás como se cumplen.
Les quiero relatar como mi deseo de cumpleaños se cumplió más rápido de lo que pensé, tanto que estaba tan sorpendida y en serio que no lo podía creer porque para mí fue como una escena sacada de una película, si, de esas películas en que las cosas suceden no por casualidad sino por que el universo así lo quiso.
Era el día de mi cumpleaños, lo que más anhelo de ese día es tener un pastel y poder soplar las velitas para pedir mi deseo. Ese día gracias a Dios, a mis amigos, compañeros y familia, tuve dos pasteles y en ambos pedí mis deseos, además de eso, también colocamos velitas a una pizza (pizza de cumpleaños) y también pedí otro deseo. Pues un día leí por ahí que decía: "no pidas un solo deseo, pide muchos porque el universo es tan generoso que puede cumplirlos todos". Así que mis deseos quedaron solicitados.
Al día siguiente de mi cumpleaños, como un día normal y de costumbre fui a mi trabajo, era ya la hora de salida de mi turno y por alguna razón no salí corriendo como de costumbre a tomar el autobús para así evitar el menor tráfico posible. Ese día recuerdo que me fui 30 min más tarde de mi trabajo. Estaba en la parada de autobús, esperando para poder ir a casa. Aquí es en donde comienza para mi la escena sacada de una película y si tienes una linda imaginación, me gustaría que imagines la escena y como mi deseo de cumpleaños se cumplió en tan corto tiempo.
En dónde me quedé?...a si, ok. Estaba en la parada de autobús y veo que venía mi bús, me disponía a tomarlo; mientras esperaba para subirme, alcance a ver un lindo auto gris que le pasó al autobús en un túmulo, el auto me llamó la atención porque me encantan los autos y además pensé -ese auto es como el que él anda (según lo que escuché)- pero jamás se me cruzó por la mente que podría ser él- y de inmediato me disponía a subir al bus cuando escuché que el auto pitaba, y volvía a pitar, pero yo ni siquiera lo volví a ver para ver el motivo por el que pitaba, fué hasta que escuché que gritaron Lorena! Lorena!...fué en ese momento que giré mi cabeza y ví que estaba él, llamándome y con el vidrio de la ventana abajo. Me sorprendí tanto al verlo y me dirigí a su auto...sin pensar y por inercia lo llame con mi palabra de cariño (siempre lo sigo llamando así antecedido a su nombre cuando lo incluyo en mis oraciones), Nos saludamos, yo desde afuera parada justo a la ventana de su auto, confieso que no sabía que hacer, porque él no me había innvitado a subir al auto y el autobús comenzó a pitarle para que se moviera porque él estaba estacionado justo delante, hubieron segundos en que ambos no supimos que decir, entonces en medio de los nervios y el pito del bus y que él no me decía nada, le pregunté con tono de duda "me dará ride"? Y asintió con su cabeza y me dijo si, subí. No sé si puedan imaginar todo lo que sentí en ese momento, al tenerlo al asiento de al lado, tan cerca, escuchar su voz dirigiéndose a mí, su sonrisa, verle de nuevo su rostro; lo ví como la primera vez, mis piernas comenzarón a temblar, no lo podía creer y como en un sueño tuve que tocarlo de su brazo para saber que era real. Estaba ahí junto a él, con las mismas emociones y el mismo palpitar de mi corazón de hace 4 años, las mariposas con su intenso revoloteo, que digo mariposas, parecía una estampida de búfalos en mi estómago, sumado a esto mi transpiración por los nervios (aún teniendo encendido el aire acondicionado). Me hubiera gustado que mi emoción y nervios pasaran desapercibidas, sin embargo se que no fue así, pues estoy segura que él me conoce tanto como yo a él, que terminó notándolo.
Luego de un intercambio de "como estás?" Y otras mini pláticas, casi me disponía a bajarme al sitio en dónde él me dejaría, habían sido pocos minutos de intercambiar palabras, pero para mi eran los más valiosos. Justo cuando llegamos, él me invitó a acompañarlo a almorzar, yo le dije que le aceptaba un café que me debía. El tenerlo unos minutos más y verle por más tiempo su carita, su barba, sus orejas, sus manos y uñas cutas, sus hermosos ojos marrones, sus gestos! la contracción (ese movimiento involuntario) que hace con su frente y que me encanta, el simple hecho de verlo comer y platicarme a la vez, su tono de voz, verlo sentado frente a mí y esquivando de vez en cuando mi mirada, esos momentos, esos son los más valiosos, esas cosas que el dinero no puede comprar, esos sentimientos puros que vienen desde lo profundo del corazón, esas emociones que solo él las provoca, esas son las cosas que te hacen vibrar y sentir viva, esas son las mejores memorias que guarda el corazón. No tuve más que agradecerle por pitar, por estacionarse, por gritar mi nombre, saludarme y por coincidir en ese tiempo y en ese lugar conmigo; aunque yo prefiero pensar que fué cosa del destino. Después llegó el momento de despedirnos y no podía faltar la parte para completar mi deseo. Ese abrazo, ese apretado abrazo, en donde mis brazos rodearon toda su cintura y sus brazos me rodearon, mi cabeza encajó perfectamente recostada en su pecho, ese momento que duró segundos y quisieras que fuera eterno, en que no deseas más que se detenga el tiempo y congelar el momento. Ese abrazo para completar mi deseo de verle y abrazarlo de nuevo. Momentos que sin duda agradezco al cielo por contribuir a que sucediera, pues llevaba un poco más de dos años sin verlo.
"Una de las mejores sensaciones en la vida es abrazar a alguien después de haberlo extrañado por tanto tiempo".

lunes, 12 de diciembre de 2016

15 razones por las que los Sagitario son simplemente los mejores.

Sagitario es uno de los signos más positivos y alegres del zodiaco. Son versátiles y les encanta la aventura y lo desconocido. Son personas abiertas que atienden a nuevas ideas y experiencias y mantienen una actitud optimista incluso en los momentos más difíciles. Son fiables, sinceros, honestos, buenos, y dispuestos a luchar por buenas causas, cueste lo que cueste. Los Sagitario suelen creer en la ética y les gusta seguir los ritos de la religión, de un partido político o de una organización. En general, los sagitario son de esas personas que todo el mundo tiene que tener en sus vidas.

1. Los Sagitario emanan positividad

Sólo saben ver la parte positiva de las cosas. El lado oscuro no les interesa ni se les ocurre pensar en él. No se agobian por los problemas, al contrario, todo lo que les preocupa, lo dejan ir. Así que si queréis seducirles y sois más bien negativos o pesimistas, haréis bien en esconderles esa faceta vuestra o nunca saldrán con vosotros.

Esta actitud que tienen los sagitarios les lleva a no asimilar muy bien los golpes bajos de la vida y no entender las crisis o no aceptar una depresión.

2. No hay cosas imposibles para ellos

No se desaniman por nada, siempre con la sonrisa en la boca, de risa fácil. Con sólo estar alrededor de un Sagitario te hará sentir que todo es posible. Llenos de una actitud positiva y una voluntad para ver siempre el vaso medio lleno, los Sagitario son muy optimistas por naturaleza. Ellos tropiezan y caen, sólo para hacerlo bien de nuevo y vuelven a intentarlo hasta conseguirlo.

Siempre tienen algo bueno que decir para que veas el lado positivo cuando las cosas se ponen difíciles.

3. Tienen un corazón enorme

El corazón de un Sagitario es probablemente uno de los corazones más grandes que hayas conocido en tu vida. Con la cantidad de amor genuino, la atención, el esfuerzo y el pensamiento que les dan a cada persona, podrías pensar que eres la única persona a la que están cuidando. Tienen un carácter protector que a primera vista parecen personas un poco mandonas, pero una vez que llegas a conocerlos, entenderás que sus intenciones son causadas por la preocupación. ¡Me sorprende cómo se las arreglan para tener espacio suficiente en su corazón, para todo el amor y el cuidado por el medio ambiente, el mundo y literalmente todo a su alrededor!

4. Están llenos de sorpresas

Nunca he visto a nadie que aprecie tanto el elemento sorpresa como lo hacen los Sagitario. Ellos van a pensar en las maneras más simples para arreglar tu día y sacarte de nuevo una sonrisa. Además, su emoción por sí sola es suficiente para lograr la alegría de otra persona.

A veces, son lo suficientemente atrevidos para encubrir un lío que han hecho, con una repentina ola de mimos o una sorpresa de la nada... Pero bueno, al menos lo intentan compensar por ello... y definitivamente vale la pena.

5. Para los Sagitario todo es tan fácil que regalan favores

Son de esas personas que echan una mano a unos y a otros sin esperar las "gracias" porque no le dan importancia. Para ellos es tan fácil todo... Ahora bien, odian a los aprovechados, a los que vampirizan las energías ajenas. Os apartarán de su lado con la mejor sonrisa.

6. La amistad es sagrada para los Sagitario

Lo más importante para los Sagitarios es la amistad. Son de la opinión de que un amigo es para toda la vida y estará a vuestro lado a las duras y a las maduras. Siempre que lo necesitéis se cruzará medio mundo para estar a vuestro lado y resolveros la papeleta. Si sois de los que tienen dos caras, no tenéis nada que hacer con "El/Ella".

7. Te hacen sentir como en casa

Si hay alguna persona que mantiene a todos juntos como un pegamento, definitivamente será un Sagitario. Su casa se convierte en tu segundo hogar, el lugar donde vas sin siquiera tener que pensarlo dos veces. Sabes que sin el esfuerzo que ponen los Sagitarios en mantener las relaciones con otra gente intactas, es probable que muchos de esos contactos con varias personas los perdieras hace mucho tiempo si no fuera por el Sagitario. Gracias a Dios por todos los Sagitario que tenemos en nuestras vidas.

8. Suelen ser gente muy culta

Su curiosidad les lleva a devorar los libros de todo tipo y suelen entender de todo. Los Sagitario son grandes conversadores, hacen que disfrutes del tiempo pasado con ellos charlando, hasta tal punto que ni te das cuenta de las horas que pasen. A los Sagitario les gustan especialmente los temas de física cuántica, Esoterismo, las filosofías orientales, literatura clásica, costumbrista, intimista, poesía, dramas, el arte, la música…

9. Están siempre de buen humor

Les encantan los chistes, las bromas, porque siempre están de buen humor y son los primeros en reírse de sí mismos. Los Sagitario son dotados con un sorprendente sentido del humor, pueden hacer sonreír a casi todos. Además, saben emplear todas las formas: sarcástico, irónico, cómico...

10. No conocen la palabra aburrimiento

Los Sagitarios no pueden entender cómo o por qué sus amigos se pueden quejar de que están aburridos. ¡Un Sagitario nunca ha estado aburrido en su vida! Ya pueden estar en una isla sin nada a su alcance con lo que entretenerse que lograrán la forma de pasar el rato y divertirse. ¡Les vale cualquier cosa y en cualquier lugar!

11. Son honestos y respetuosos

La franqueza y la sinceridad a veces pueden ser defectos y a veces son sus mayores virtudes. A los Sagitario la honestidad a menudo les lleva a no tener tacto a la hora de decir algo, lo dicen con una sonrisa en la cara. Generalmente se dan cuenta de la torpeza de sus palabras, se sienten culpables unos segundos, pero tienden a soltar cualquier sentimiento que le produzca tristeza o que le hagan sentir mal, su frase. “lo pasado es pasado”. Ocasionalmente pierden el temperamento si se los trata injustamente.

12. Les encantan los viajes...

Se hinchan de hacer viajes, escapadas y vacaciones. Les gusta todo: viajes culturales, de aventura, deportivos... Les atraen los lugares inhóspitos y por descubrir: Australia, Nueva Zelanda, África... Es una de sus mayores pasiones, viajar y conocer mundo. Las costumbres de la gente, sus gustos, carácter, la forma de sus ciudades, todo lo que sea nuevo para ellos.

13. Sólo aptos para gente todo terreno

Si eres una persona que no te gusta para nada la montaña, asegúrate de que la persona que te gusta no sea sagitario, son gente a la que le gusta ir al campo y estar en contacto con la naturaleza e interactuar con ella. Tienen un gran aprecio por los animales y la vegetación, odian a las personas que no cuidan el medio ambiente y que maltratan a los animales.

14. Pueden tener problemas por querer ayudar a todo el mundo

Debido a su gran bondad, a veces la gente se aprovecha de ellos pidiéndoles ayuda sin necesitarla. Sólo quieren que se lo hagan por ellos para así tener tiempo libre o simplemente para no hacerlo. Deben tener cuidado de a quien ayudan por que no todo el mundo es tan buena persona como los sagitario.

15. Son fieles a su pareja

En el amor son fieles y siempre van en búsqueda de una pareja con buen carácter y que se entregue totalmente a la relación, deben sentirse correspondidos en la intensidad de la pasión que les gusta vivir.

Les importa mucho la sinceridad de la pareja, no toleran la mentira, son fieles pero les gusta sentirse libre, tener ese espacio de independencia que les haga sentir que no están atados a algo, son francos y directos al expresar sus deseos. Si llegan a notar una relación pesada, muy rápido saldrán de ella, aman con sinceridad pero no están dispuestos a renunciar a ser libres.

Fuente: Para los curiosos.

lunes, 5 de diciembre de 2016

PEQUEÑOS MILAGROS

A veces hay pequeñas casualidades sin explicación, a veces hay cosas para las que no encontramos la manera en que pudieron suceder, estamos tan acostumbrados a buscar siempre una respuesta a lo que no comprendemos, cuando puede que esas pequeñas situaciones sean sincronías del universo y por eso yo prefiero llamarlos pequeños milagros, regalos anónimos del universo.
Como te explicas recibir un mensaje de Whatsapp sin contar con datos ni tener activado el wifi?
Pues a mi me sucedió, pero en lugar de buscar una explicación, solo sonreí y dije se que fuiste tú (Dios).
El viernes pasado por la noche me quedé sin datos, de hecho recibí el mensaje de la compañía telefónica diciendo que ya no contaba con plan de datos para navegar y redes sociales, consulté los datos y efectivamente decía 0 datos. Al siguiente día decidí no comprar datos, pues me tocaba trabajar por la tarde hasta la noche. Salí de mi turno laboral de ese día a las 12 am, y como de costumbre saqué mi celular para ver la hora y todo estaba normal. Llegué a mi casa y me dispuse a acostarme y como también de costumbre no olvidé hacer mi oración, tuve que estar muy cansada porque enseguida me quedé dormida. Desperté el domingo y tomé mi celular para ver la hora, para mi sorpresa tenía un whatsapp, lo abrí, lo leí y sonreí. Pero en cuestión de segundos reaccioné y enseguida revisé el wifi, pues pensé quizá tomó alguna red en automático, pero para mi sorpresa el wifi estaba desactivado. Entonces de inmediato ingresé la marcación para asegurarme de mi paquete de datos y decía 0 datos. Decidí no buscar explicaciones, sonreí de nuevo y una sensación de paz invadió mi ser. Y es que creo que fué un lindo favor del Universo. Creo en esos seres celestiales llamados ángeles y las hermosas obras que pueden hacer, pues ellos pueden percibir tus emociones y saben que tipo de cosas te hacen sonreír, y sí, ese Whatsapp me hizo sonreír. Agradezco al cielo por esos momentos que colecciono para mi memoria y mi corazón. 
"Escojo creer que muchas de las coincidencias de la vida son pequeños milagros que vienen de Dios".

domingo, 20 de noviembre de 2016

USA TU INTELIGENCIA

Usa tu inteligencia para buscar las cosas donde están y no donde no están, incluso si está oscuro. Busca dentro de tí.
Una tarde la gente vio a Rabiya buscando algo en la calle frente a su choza. Todos se acercaron a la pobre anciana,‖¿Qué pasa?‖-le preguntaron-‖¿qué estás buscando?‖.
―Perdí mi aguja‖, dijo ella. Y todos la ayudaron a buscarla.
Pero alguien le preguntó: ―Rabiya, la calle es larga, pronto no habrá más luz. Una aguja es algo muy pequeño ¿porqué no nos dices exactamente dónde se te cayó?‖.
―Dentro de mi casa‖, dijo Rabiya.
―¿Te has vuelto loca?‖-preguntó la gente-‖Si la aguja se te ha caído dentro de tu casa, ¿porqué la buscas aquí afuera?‖.
―Porque aquí hay luz, dentro de la casa no hay‖.
―Pero aún habiendo luz, ¿cómo podremos encontrar la aguja aquí si no es aquí donde la has perdido? Lo correcto sería llevar una lámpara a la casa y buscar allí la aguja‖.
Y Rabiya se rió.
―Sois tan inteligentes para las cosas pequeñas ¿cuándo vais a utilizar esta inteligencia para vuestra vida interior? Os he visto a todos buscando afuera y yo sé perfectamente bien, lo sé por mi propia experiencia que lo que buscáis está perdido dentro. Usad vuestra inteligencia ¿porqué buscáis la felicidad en el mundo externo? ¿Acaso lo habéis perdido allí?‖.
Se quedaron sin palabras y Rabiya desapareció dentro de su casa.

lunes, 7 de noviembre de 2016

¿Por qué vale la pena enamorarse de una mujer complicada?

verdad vale la pena enamorarse de las mujeres que poseen este tipo de definición.

Aquí te dejamos una lista de el porqué debes apostar el todo y jugártela en una relación de estas… No les huyas, en verdad es una experiencia que vale la pena descubrir.

Definitivamente un mujer complicada hará cada día más interesante tu vida en la relación.

No existe un patrón genético que solo poseen las mujeres complicadas, si son así, simplemente porque las circunstancias de la vida a han hecho así.

¿Cuando has escuchado a alguien que sea completamente satisfecho y feliz con la simpleza del mundo? La verdad es que ser complicada  y retar al universo con cosas nuevas y fuera de la zona de confort, definitivamente dota alto grado de adrenalina para la vida propia y para el que decide compartir la vida en pareja.

Amar a una mujer complicada resulta sumamente divertido. Solo es cosa que te quieras arriesgar a ser feliz de una manera en que no habías sido nunca.

Su complejidad la lleva a vivir cosas formidables. Podrás durar horas escuchando sus anécdotas.

Una relación en pareja exitosa se basa en la comunicación, pero cuando esta se torna monótona, siempre es más complicado y aburrido hablar. Siempre se cuentan las mismas cosas y termina por enfadar.

La vida de una mujer complicada siempre tiene algo nuevo que contar, este tipo de personas, no suelen confiar mucho en las personas por lo que se guardan sus historias, alimentando a sus demonios internos, pero cuando están en pareja, es porque confían en ti, y tendrán  mil demonios que contarte cada día.

No son fáciles de conseguir.

Lo fácil les aburre siempre, y así como no las atrapas con facilidad, ellas también se aburren de lo que es igual todos los días.

Toda mujer complicada te envuelve de manera automática en una atmosfera de misticismo que en lugar de hacerte creer que no vale la pena estar de terco con ella, lo que pasa es que te embriaga y hace que el interés en ella sea mucho más constante.

No te desesperes, no lo hace por lograr que te enfurezcas y la dejes, por el contrario, es su manera de demostrarte que no está jugando, que va en serio y quiere asegurarse que pienses igual, quiere que estés convencido de estar con ella y no pierdas tu tiempo no le hagas perder el de ella.

La complejidad, regularmente va acompañado de una inteligencia incomparable.

Para enamórate de alguien debe poseer ciertas características, lejos de la fisionomía, que hagan que admires a tu pareja, y una persona complicada generalmente está dotada de una gran inteligencia, digna de admirar.

El ser verdaderamente complicado debe ser inteligente para salir de sus propias tretas, ahora, el buscar cosas nuevas requiere cierta agilidad mental, por ende, con una mujer complicada jamás estarás aburrido.

5.- A ellas les gusta retar a su hombre para mantener el interés de ambos.

El entablar una relación no es cosa de vivir un maratón, y ellas lo saben a la perfección, no toman nada a la ligera, y les gusta disfrutar cada paso de la mano de su pareja.

Si hay algo que odian las mujeres complicadas, y en todas las féminas en general, es que el caballero se note interesado los primeros meses de la relación y después todo sea cotidiano, el sentirlas seguras y dejarlas de lado o es una opción para ellas. Por ello, los retos, los detalles mutuos, son el pan de cada día con ellas.

Ahora ya lo sabes, el tener una relación con una mujer complicada no es cosa fácil, estás seguro de poder con el paquete, de ser así, bienvenido a la mejor relación sentimental de toda tu vida.


miércoles, 12 de octubre de 2016

VAMOS?

Vamos a rentar un departamento sencillo, trabajar medio día, dedicarnos a querernos y alternarnos para apagar la luz por las noches aunque tú siempre estés más cerca.

Vamos a darnos la espalda en la madrugada, buscarnos cuando calculemos que ya va a amanecer para abrazarnos y despertar pegados.Vamos a hacer el súper y comer sano y adivinar el postre que uno que otro día se nos antoje a cada uno. Vamos a hacer un libro para escribir todo lo que nos pasamos platicando en las tardes con lluvia aunque lo lea nadie más que tú y yo.

Vamos a quitarnos la ropa y dejarla por todos lados y lamernos por todos lados y sonreírnos por todos lados. Vamos a poner música de esa que se escucha viendo al techo mientras me tomas apenas de la mano y yo susurro cosas que no escuchas pero entiendes muy bien. Vamos a ver películas que me tengas que explicar después, vamos a hablar en otro idioma y terminar besándonos como nunca habíamos besado antes.

Vamos a confesarnos secretos de la infancia y a hablar de las familias y los miedos y el presente, vamos a inventarle soluciones improbables a todos los problemas que aquejan al mundo. Vamos a leernos en voz alta hasta que uno de los dos se quedé dormido. Vamos a tomarnos fotos, vamos a andar descalzos, bañarnos juntos y bailar a oscuras. Vamos a terminar los días exhaustos, discutir a veces, dejar los trastes sin lavar aunque sea un día y poner las llaves donde no nos vamos a acordar que están. Vamos a dejarnos solos de vez en cuando, a vernos mucho tiempo frente al espejo, a cuestionarnos cosas que no preguntamos con nadie más.

Y vamos a querernos. A no fijarnos del tiempo. A cumplir promesas que no hayamos hecho y aventurarnos a la costumbre de que estar juntos se sienta tan bien.

— Poquito pudor / Viaje Infinito.

viernes, 30 de septiembre de 2016

QUIERO UN TODO...

No quiero un día sí y otro no. Quiero un todo, quiero jugármela por ti y que te la juegues por mí, quiero dar todo y recibir lo mismo también.

No quiero pláticas a medias, quiero conocer todo de ti, tus secretos, tus pasiones, tus miedos y tus sueños; quiero que me cuentes tu futuro, tus planes, lo que quieres lograr. Platícame qué es lo que te apasiona y cuál es tu marca de autos favorita. Cuéntame tu día, con detalles, hasta lo que no te gustó de él…

Déjame hablarte de mis gustos, de la pasión que tengo por escribir y mejor aún, quiero que si no compartes esa pasión al menos me leas; que te guste, que te inspire, que algo de mí te motive.

Déjame te cuento mis miedos, y tal vez juntos podamos superarlos; no te rías, a veces puedo actuar como una niña pequeña y llorar sin motivo, pero por ti, prometo ser fuerte.

No quiero que me dejes hablando sola, prefiero que me digas que estás ocupado, saber que tienes otras cosas que hacer, saber que tienes una vida y que esa vida puede ser compartida conmigo; quiero que los dos tengamos que contarnos algo al final del día y que no todo se resuma a un: “Estoy bien, gracias”. No, no estás bien, cuéntame, que te hizo reír, o enojar, o gritar.

por Débora Carrasco

lunes, 26 de septiembre de 2016

SIEMPRE SERAS UN POCO MIO.

Seguirás siendo mío cuando lo que te quedó pendiente conmigo sea lo primero que hagas con ella.

Serás siempre un poco mío.

Como los besos que des a otras cuando lleven un poco de lo que aprendiste en mis labios. Como cuando en la cama sus gemidos no se parezcan a los míos y, entonces, te acuerdes de mí.

Serás siempre un poco mío cada vez que abraces a otra y tus latidos sigan golpeándote los recuerdos al mismo ritmo. A aquel ni que se inmuta cuando una caricia no sabe traspasar más que la piel.

Y es que yo. Yo fui la causa, la consecuencia y la solución. La misma que te quiso a rabiar y la que se acuerda de ti. La que te busca en los sueños que revuelven un pasado al que solo se le da al Play cuando sabe que estoy en Stand by.

Porque desde ahí es desde donde suceden las cosas. Desde el fondo. Desde el fondo del alma, de los recuerdos, y del corazón.

Artículo por Noemí Carnicero Sans

jueves, 22 de septiembre de 2016

QUIERO UN AMOR A LA ANTIGUA

Yo quiero un amor así, un amor a la antigua, quiero enamorarme de alguien que eleve mis pies del suelo y me permita volar. Sentir adrenalina cuando sus ojos me miran fijamente, quiero que tome mi mano al caminar, quiero que camine a mi lado porque es ahí donde quiere estar.

Alguien que me abrace por la espalda sabiendo que no puedo volverme porque mis manos están ocupadas pero no se limita a amarme sólo cuando puede, sino cuando quiere.

Quiero que sepa que no soy perfecta, que tengo mal humor, pero que voy a amarlo para siempre, que voy a amarlo a la antigua, que no buscaré su remplazo si no es perfecto. Quiero que me enseñe a entenderlo, a ayudarlo a llegar alto, y que aún en la cima sepa que sus ojos me seguirán viendo a mí, y su corazón seguirá a mi lado. Le ofrezco litros de pegamento para reparar nuestro amor cada que quiera romperse, un corazón desnudo, y el secreto de cómo saber cuándo intento mentir.

Voy a decirle que mi pasado es oscuro, pero quiero vivir y ver la luz al final del túnel a su lado.

La gente suele decir que sólo se ama una vez en la vida, pero yo quiero amar mil veces, de mil formas a una sola persona y que esté dispuesto a amarme igual. Que suelo ser celosa porque no soy la más segura, que mi manera de amarlo no se basa en sus errores sino en las sonrisas que me provoca.

Deseo tener un amor a la antigua para que me extrañe cuando salga de casa por días, y a mi regreso me haga sentir como si nunca me hubiera ido. Quiero cocinar más rico que su mamá, y abrazarlo cuando necesite consuelo. Quiero, en ocasiones, ser la que lleve la iniciativa al tomar algunas decisiones y quiero tener siempre esa sensación en el estómago cuando nos besamos.

Quiero, a final de cuentas, descubrir junto a él lo que significa tener un amor a la antigua y reinventarlo cada día.

Autor:  Pao Torres

lunes, 5 de septiembre de 2016

SABES?

Sabes… Aún extraño esos momentos que nunca vivimos, tantos recuerdos que jamás escribimos. Sí, aún te extraño.
Extraño nada y tanto de ti. Tan poco de eso que a veces me diste. Extraño una parte de mí, esa que se fue contigo.
No te voy a mentir, te extraño, te extraño como a nadie pero… De extrañar no se vive.
Extraño darme cuenta que tus recuerdos son lo único que me queda de ti. Pero sé que podré olvidar eso que nunca fuimos y en el silencio perdido, me fumaré todo recuerdo olvidado.
Quisiera arrancarte de raíz, pero ya perdí la cuenta de todas esas veces que he dicho, que ya no te volveré recordar. Siempre me miento y a veces no me entiendo, sobre todo cuando digo algo diferente a lo que estoy sintiendo y ahora sé que todo aquello que nunca fuiste para mí se queda de aquél lado, aquél que algunos llaman pasado.
Quisiera que cuando pasen los años me recuerdes, sonrías sin darte cuenta y lo primero que quieras sea volver a verme, porque sé muy bien que fue el adiós quien se robó nuestra historia.
Solo me queda decirte, que si por pura casualidad o por cosas del destino un día nos volvemos a encontrar, finjamos que no paso nada, a ver si vuelve a pasar…
Porque tú y yo tenemos unos cuantos recuerdos pendientes por terminar.

Fer Dichter

lunes, 29 de agosto de 2016

DESTINADOS A ESTAR JUNTOS

Que bonito es estar presente en la boda de una de tus amigas y verla radiante, con su sonrisa en el rostro y junto al amor de su vida. Si, el amor de su vida como ella me decía...porque su historia de amor es de verdad una historia para ser contada. Recuerdo cuando nos hicimos amigas en el año 2013 (Sin embargo nos conocíamos desde antes) Como todas las amigas nunca falta el día en que conversamos de nuestras relaciones amorosas, pues en alguna ocasión no fue la excepción y claro surgió la pregunta de nuestros noviazgos. Aún recuerdo cuando mi amiga comenzó a contarme, me atrapó su historia y sentí tanta empatía con ella. Después de comentarme, para ese entonces que sí estaba saliendo con alguien, que la pasaba bien con esa persona y lo demás ya lo saben, lo típico de una relación (no entraré en detalles)...pero lo que me dijo después es lo que hizo eco en mi corazón y es que aún recuerdo que hizo una pausa, cambió la expresión de su rostro y me dijo: pero yo amo a otra persona, aún quiero a mi ex. Para entonces creo que mi rostro también cambió y pude sentir lo que ella estaba sintiendo en esos momentos. Que ella me dijera que su rompimiento le había causado mucho dolor y sufrimiento, que había llorado noches enteras por el hombre que rompió su corazón y que aún así ella lo seguía amando, que no había ningún solo instante ni día en que él no le pasara por su pensamiento. Que ambos habían continuado su vida por diferentes caminos, que inclusive él había vuelto a rehacer su vida con otra persona en el extranjero y que ella solo le pedía a Dios por él y por sus sentimientos. El hecho que intentara olvidarlo con nuevas relaciones y no lo consiguiera, le confirmaba cada día que aquel hombre era el amor de su vida y que lo amaba. Después de un tiempo él le pidió perdón, pero eso no cambió su situación, ambos siguieron con su vida, continuaron cada quien por su lado. Pero de una u otra forma siempre estaban en contacto, se extrañaban y de vez en cuando se escribían. Así pasó el transcurrir de los días, meses e inclusive pasaron años y ellos seguían pensándose, tenían muchas telepatías y parecía que sus almas estaban conectadas.
Llegó un momento dentro de la historia, que el amor de su vida le dijo que él estaba sintiendo lo mismo que ella, que no podía olvidarla, que siempre la tenía en su mente y que cada vez crecía la necesidad de verla de nuevo y estar con ella, que aunque él estuviera en otra relación, él siempre pensaba en ella.
Mi amiga había dejado todas las esperanzas en Dios y en su voluntad. Sin embargo un día decidió que no podía esperar más ni aferrarse a un amor que quizá era imposible, tomó la decisión de esforzarse por sacarlo de su mente y corazón e inició una nueva relación, ella inclusive pensó que esta vez si era el indicado y aparentemente era feliz. A los meses de su relación sucedió lo que ella no se imaginaba...después de muchos años de espera, de incertidumbre, de noches y días de extrañarlo e inclusive de tomar la decisión de olvidarlo, ella se reencontraría con su ex amor, con el amor de su vida, él vendría en su búsqueda y con ese encuentro bastaría para reafirmarse el uno al otro que seguían amándose con toda la fuerza de su alma y corazón, que la manera que ambos sentían y estaban conectados era la manera en que se aman las almas gemelas y que ellos estaban convencidos que su destino era estar juntos.
Y así fue, el día 27 de agosto de 2016 estuve presente en la celebración de la  boda religiosa de mi amiga con el amor de su vida,  me llenó de alegría verla tan feliz, después de saber lo que tuvo que pasar y las vueltas que dió la vida para que su amor por fin triunfara.

Creo que cada persona está destinada a otra. Que muchas veces es necesario perderse para encontrarse y que solo así a veces la vida nos enseña lo fuerte que son los lazos que te unen a alguien.
Creo firmemente que el amor verdadero permanece en el tiempo, distancia y circunstancias.
Dios se encarga de unir a las almas que están destinadas y en nosotros está el ver las señales. Seguir a nuestro corazón jamás será un error.

«Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper»

lunes, 22 de agosto de 2016

HOLA! SOY LA ANSIEDAD

Soy la ansiedad, no te asustes… vengo en son de paz, por cierto, ¿por qué te asustas tanto ante mi presencia?
Digo, sé que te sientes horrible cada vez que aparezco, que te desesperas y quisieras mandarme a volar, sé que si pudieras… me matarías, sobre todo porque crees que yo soy la que te quiere matar o hacer daño, pero créeme, si no te he matado, no lo voy a hacer.
No estoy aquí para hacerte daño, mucho menos para volverte loco, creo que ya te lo he demostrado cada vez que llego a tu cuerpo, hago un relajo y te asusto, pero al final del día… no te he matado, no te has vuelto loco.
Si pudiera, lo haría, pero esa no es mi idea.
La verdad es que aparezco y te hago sentir todo eso porque no había logrado encontrar otra manera de hacerme escuchar por ti, estabas tan ocupado tratando de ser exitoso, productivo y de demostrarles a los demás que eres digno de ser amado… que no escuchabas mis pequeñas señales.
¿Recuerdas esa vez que te dio un dolor de cabeza? ¿O cuando tuviste insomnio por más de 2 horas? ¿O qué tal esa vez que sin razón aparente te soltaste a llorar?
Bueno, pues todas esas veces era yo tratando de que me escucharas, pero no lo hiciste, seguiste con tu ritmo de vida, seguiste con tu misma manera de pensar… Entonces intenté algo más fuerte, hice que te temblara el ojo, que se te taparan los oídos y que te sudaran las manos… pero tampoco me quisiste escuchar.
Aunque acá entre nosotros, los dos sabemos que sentías mi presencia, es por eso que cuando te quedabas tranquilo… o era momento de estar sólo contigo mismo, en soledad… te empezabas a poner nervioso, como si algo te impidiera quedarte quieto.
Te desesperabas, porque “no entendías” con tu mente racional lo que estaba pasando, y claro, con tu mente racional no me ibas a entender.
Así es que por eso me he rendido y decidí escribirte.
Y te felicito si estás leyendo lo que te digo, porque significa que ya tienes el valor de escucharme, y créeme, nadie mejor que yo sabe de tu gran habilidad para evitarme y salir corriendo, huyendo de mí como huirías del monstruo en el bosque oscuro.
Como esas veces que me evitas y te distraes embobándote horas con la televisión, viviendo las vidas de otras personas que ni conoces para no enfrentar que la tuya no te gusta.
O qué tal, de esas veces que con un par de cubitas lograbas adormecer tus nervios e inquietud; y ni qué decir de esas otras substancias que más allá de adormecerte, te fugan de esta realidad que no quieres enfrentar.
Pero bueno, espero que ahora estés listo y lista para enfrentar tu realidad y escucharme por fin. Espero que estés listo y lista para enfrentar la verdad de tu vida y de ti mismo tal y como es, sin máscaras, sin atajos… sin pretensiones. Así es que aquí te van las cosas como son.
Lo único que llevo tratándote de decir todo este tiempo, es que… ya es tiempo de evolucionar, necesitas hacerlo, no hay de otra.
Necesitas crear cambios muy profundos dentro de ti, pues por alguna razón, en realidad no estás disfrutando de tu vida y no te sientes pleno. Por eso yo estoy aquí, para ayudarte a recuperar esa plenitud que vive dentro de ti, y para lograrlo, tendrás que deshacerte de lo que te impide contactarla.
Estoy aquí para ayudarte a ver precisamente qué te impide contactar con tu sentido de vida, con tu pasión por vivir, con tu alegría y con tu verdadero ser que es tu esencia. Cada vez que yo aparezca en tu vida, será porque tú mismo no te has dado cuenta que no estás siendo pleno y feliz, así es que si vuelvo a aparecer, no te asustes… mejor agradéceme que llegué y escúchame.
Y si realmente me escuchas, no tardarás en hacer los cambios que necesitas hacer en tu vida, los harás de inmediato, claro, eso si realmente quieres sentirte bien de nuevo, todo depende de qué tanto quieras. Y sé que sí quieres, pero a la vez sé que quieres seguir en tu confort y en tu comodidad por vivir con “lo conocido”, aunque eso conocido te haga daño.
Prefieres seguir buscando la aprobación y aceptación de los demás, haciendo hasta lo imposible por llamar su atención; buscando seguridad en otras personas menos en ti; prefieres que los demás sean responsables de tu persona que tú mismo, y claro, te entiendo, todos quisiéramos regresar a la panza de nuestra mamá y despreocuparnos de todo.
Pero… te tengo una noticia, solamente entrando a un temazcal podrás acercarte a esa experiencia. Mientras tanto… necesitas asumir que eres responsable de ti y que solamente tú me podrás escuchar, y cuando me escuches y yo vea que ya me hiciste caso, créeme que me iré. Solamente tú puedes hacer que me vaya.
Y eso es algo muy importante que quiero decirte, en verdad me iré en cuanto vea que estás haciendo esos cambios en tu vida, cuando vea que estás en camino a tu evolución y que estás dispuesto a crecer y recuperarte a ti mismo. Mientras no lo hagas… aquí seguiré.
En conclusión, si hoy estoy aquí, es porque me necesitas.
Necesitas de mi para modificar tu manera de interpretar tu realidad, la cual déjame decirte que está un poco distorsionada. Necesitas deshacerte de creencias que no te ayudan y que nada más te limitan; necesitas perdonar todo ese enojo que guardas a tus seres queridos y recuperar tu libertad interior.
Y sobre todo, necesitas de mí para hacer lo que te gusta de la vida, para ser tú mismo, y perder el miedo al rechazo o abandono de los demás.
Necesitas de mí para ponerle límites a las personas que te lastiman; para que te agarres de valor y aprendas a decir que “no”; para que dejes de mendigar amor con quien no te merece; para que dejes de depender de la existencia de tu pareja para ser feliz; para que de una vez por todas… ¡cuides tu cuerpo!
¿De qué otra manera le habrías puesto atención a tu cuerpo? Digo, probablemente de muchas maneras, pero ésta está funcionando. Necesitas darle el alimento que necesita, dejar de criticar tu físico y agradecerle por lo que te da; haz que sude y que se mueva, ten tus hormonas al día y duerme las horas que necesitas.
¿Por qué te explotas? ¿Por qué te exiges tanto? No entiendo porqué lo haces… si lo tienes todo, lo eres todo, tienes toda la capacidad que necesitas para crear tu propia realidad, pero te tratas como tu propio esclavo, eres demasiado severo contigo mismo… y estoy aquí para pedirte que simplemente dejes de hacerlo.
Así es que ya sabes… si realmente quieres que me vaya, toma el timón de ti mismo, pregúntate qué has hecho que te ha sacado de tu equilibrio interior. Pregúntate realmente cómo quieres vivir y lucha por esa vida, es tu vida, y solamente tú puedes decidir sobre ella… si a los demás no les parece, es porque los estás retando y tarde o temprano te seguirán, y si no… tendrán otra oportunidad, dales chance.
El único control que puedes tomar es el de ti mismo, pero para recuperarlo, tendrás que aceptar que lo has perdido, y que dejes que yo me exprese, que salga a decirte con todos esos síntomas tan horribles que me inventé para decirte algo muy claro, pero si me reprimes y te distraes cada vez que llego… no podré hablarte y vendré más fuerte.
Así es que la próxima vez que me sientas llegar, haz un alto, cierra los ojos… déjate sentir todo lo que te estoy diciendo, apaga tu mente racional por un momento, déjate llevar… y entiéndeme. Después, empieza el cambio en tu vida con acciones claras y específicas, y en menos de que te des cuenta, me iré.
Espero no tener que llegar muchas veces más en tu vida, pero si lo hago… recuerda que no quiero lastimarte, quiero ayudarte a que recuperes tu propio camino de evolución, el camino que si lo tomas, te hará mucho muy feliz.
Y ya para terminar, ojalá que puedas verme como lo que soy: tu esencia.
Soy tú mismo gritándote con desesperación que me escuches por favor. Así es que hola, yo soy tú, hablándote desde el fondo de tu corazón, desesperado tocándolo para que me pongas atención, lo que sientes no es taquicardia, soy yo, tu esencia, que quiere salir de ahí.
Con cariño, tu esencia disfrazada de ansiedad.

DIOS LO HACE PERFECTO

Cuenta la historia que un rey no creía en la bondad de Dios. Tenía sin embargo un súbdito que siempre le recordaba acerca de esa verdad. Aprovechaba cualquier situación para decirle: Rey mío, no se desanime, porque todo lo que Dios hace es perfecto. Él nunca se equivoca.

Un día el rey salió a cazar con su súbdito, cuando de pronto un tigre los atacó. El súbdito consiguió matar al animal, pero no pudo evitar que el Rey perdiese un dedo de la mano derecha. El rey, furioso por lo que había ocurrido y sin mostrar agradecimiento por los esfuerzos de su siervo para salvarle la vida, le preguntó a éste: Y ahora, qué me dices, ¿Dios es bueno? Si Dios fuese bueno el tigre no nos hubiera atacado y yo no habría perdido mi dedo.

El siervo respondió: Rey mío, a pesar de todo lo ocurrido, solamente puedo decirle que Dios es bueno, y que quizás perder el dedo, haya sido para su bien. Porque Dios es perfecto y nunca se equivoca.

El rey, indignado con la respuesta del súbdito, mandó que lo encerraran en la celda más oscura. Pasó algún tiempo y el rey salió nuevamente de cacería. Cuando menos se lo esperaba fue atacado por una tribu de indígenas que vivían en la selva. Estos indígenas eran temidos por todos, pues se sabía que hacían sacrificios humanos para sus dioses.

Inmediatamente después que capturaron al rey, comenzaron a preparar el ritual del sacrificio. Cuando ya lo tenían todo listo y el rey estaba frente al altar, esperando la muerte, el sacerdote de la tribu examinó a la víctima y gritó indignado: ¡Este hombre no puede ser sacrificado, es defectuoso, le falta un dedo! Y a continuación el rey fue liberado.

Al volver a palacio, dio la orden de liberar a su súbdito y pidió que lo trajeran a su presencia. Al ver a su siervo, le abrazó con todas sus fuerzas y le dijo: Querido amigo, Dios fue realmente bueno conmigo, y le explicó lo sucedido.

Pero ahora tengo una gran duda en mi corazón: si Dios es tan bueno ¿Por qué permitió que yo te enviara preso a la cárcel?

El siervo sonrió y le explicó al Rey: Rey mío, si yo hubiera estado con usted en esa cacería, seguramente habría sido sacrificado en su lugar, ya que a  mí, no me falta ningún dedo. Nada en la vida sucede por casualidad. Le pido humildemente que guarde esto en su corazón:

“Todo lo que Dios hace es perfecto. Él nunca se equivoca” 

martes, 19 de julio de 2016

SAL CON UNA CHICA QUE NO LEE

Sal con una chica que no lee. Búscala en la tediosa miseria de un bar del Medio Oeste. Búscala entre el humo, el sudor alcohólico y las luces de colores de una discoteca de moda. La busques donde la busques, encuentra una que sonría. Asegúrate de que la sonrisa sigue ahí cuando la persona que habla con ella deja de mirarla. Atráela con trivialidades poco sentimentales. Usa las típicas frases de ligue aguantando la risa. Sal con ella a la calle bien entrada la noche. Ignora el peso palpable del cansancio. Bésala bajo la lluvia, iluminados por la tenue luz de una farola, como viste en aquella película. Nota la insignificancia de ese beso. Llévala a tu apartamento. Hazle el amor como un trámite. Tíratela.

Deja que el ansioso contrato que habéis firmado sin querer evolucione lenta e incómodamente hasta convertirse en una relación. Encuentra afinidades e intereses comunes como el sushi y la música folk. Construye un muro impenetrable alrededor de ese terreno compartido. Haz ese espacio sagrado. Refúgiate en él cada vez que el aire se enrarezca o las noches parezcan no tener fin. No hables sobre nada importante. No pienses mucho. Deja los meses correr inadvertidos. Pídele que se mude a tu casa. Deja que la decore a su gusto. Peléate por cosas intrascendentes como por qué hay que cerrar la maldita cortina de la ducha para que no se llene de moho. Deja que pase un año. Comienza a notarlo.

Calcula que, probablemente, deberías casarte con ella porque, si no, habrías estado perdiendo mucho tiempo. Llévala a cenar a un restaurante muy por encima de tus posibilidades, en un cuadragésimo quinto piso. Asegúrate de que haya una hermosa vista de la ciudad. Pide con timidez al camarero que le traiga una copa de champán con un modesto anillo dentro. Cuando ella lo vea, pídele que se case contigo con todo el entusiasmo y la sinceridad que puedas reunir. No te preocupes demasiado si sientes que tu corazón se tira por una de las ventanas. En realidad, tampoco te preocupes demasiado si no sientes nada. Si hay aplausos, déjalos apagarse. Si ella llora, sonríe como si nunca hubieses sido tan feliz. Si no lo hace, sonríe igual.

Deja que los años pasen sin dejar huella. Haz de tu trabajo tu vida. Compra una casa. Ten dos niños preciosos. Intenta educarlos bien. Fracasa a menudo. Déjate llevar por una aburrida indiferencia. Cae en una tristeza indeterminada. Ten una crisis de la mediana edad. Envejece. Asómbrate de lo poco que has conseguido. Siéntete en ocasiones satisfecho, pero vacío y etéreo la mayor parte del tiempo. Cuando salgas a pasear, ten la impresión de que nunca fueses a volver, o de que el viento podría llevarte. Contrae una enfermedad terminal. Muere, pero solo después de darte cuenta de que la chica que no leía nunca hizo temblar tu corazón con una pasión significativa, que nadie escribirá la historia de vuestras vidas y que ella morirá también arrepintiéndose, aunque de forma suave e incierta, de que nunca hizo nada de su capacidad de amar.

Haz todo eso, bendito sea Dios, porque nada es peor que una chica que lee. Hazlo, insisto, porque una vida en el purgatorio es mejor que una vida en el infierno. Hazlo porque una chica que lee posee el vocabulario adecuado para describir esa insatisfacción amorfa que es una vida frustrada: un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y lo hace una necesidad accesible en vez de una maravilla extraña. Una chica que lee reivindica un vocabulario que distingue entre la retórica engañosa e impersonal de alguien que no puede amarla, y la desesperación inarticulada de alguien que la ama demasiado. Un vocabulario, maldita sea, que convierte esta sofistería vacía mía en un truco de feria.

Hazlo, porque una chica que lee entiende la sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura se dan a intervalos esporádicos, pero reconocibles. Una chica que lee sabe que la vida no es bidimensional; sabe y demanda con corrección que el flujo de decepciones venga con su correspondiente reflujo. Una chica que ha estudiado sintaxis siente las pausas irregulares –la vacilación en el aliento– endémicas de una mentira. Una chica que lee percibe la diferencia entre un momento de ira entre paréntesis y las arraigadas costumbres de alguien cuyo amargo cinismo seguirá y seguirá mucho más allá de cualquier punto de razonamiento, o propósito; seguirá mucho después de que ella haya hecho la maleta y dicho su reluctante adiós, y decidido que soy una elipsis y no un punto final; y seguirá y seguirá. Sintaxis que conoce el ritmo y la cadencia de una vida bien vivida.

Sal con una chica que no lee porque la chica que lee conoce la importancia de un argumento. Puede rastrear los límites de un prólogo y las agudas crestas de un clímax. Los siente en su piel. La chica que lee será paciente con un intermedio y agilizará un desenlace. Pero, sobre todo, la chica que lee conoce la ineluctable importancia de un final. Se siente cómoda con ellos. Se ha despedido de mil héroes con apenas una punzada de tristeza.

No salgas con una chica que lee porque las chicas que leen son las que cuentan las historias. Tú con Joyce, tú con Nabokov, tú con Woolf. Tú en la biblioteca, en el andén del metro, tú en el rincón del café, tú en la ventana de tu habitación. Tú, que haces mi vida tan increíblemente difícil. La chica que lee ha prolongado el relato de su vida y rebosa de significado. Insiste en que sus narrativas sean ricas, sus secundarios variopintos y su tipo marcado. Tú, chica que lees, me haces querer ser todo lo que no soy. Pero yo soy débil y te fallaré porque tú has soñado como es debido con alguien que es mejor que yo. No aceptarás la vida de la que hablaba al principio de este texto. No aceptarás nada que no sea pasión y perfección, y una vida digna de ser contada. Así que, lárgate, chica que lees. Toma el próximo tren al sur y llévate tu Hemingway. Te odio. De verdad, de verdad, de verdad que te odio.

Por: Charles Warnke

SAL CON UNA CHICA QUE LEE

Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca.

Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.

Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas. Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos.

Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Averigua si fue capaz de terminar el primer capítulo de Fellowship y sé consciente de que si te dice que entendió el Ulises de Joyce lo hace solo para parecer inteligente. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella.

Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, de Navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras, bien sea en poesía o en una canción. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace.

Por lo menos tiene que intentarlo.

Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo.

Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos.

¿Por qué tener miedo de lo que no eres? Las chicas que leen saben que las personas maduran, lo mismo que los personajes de un cuento o una novela, excepción hecha de los protagonistas de la saga Crepúsculo.

Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.

Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme; puede que hasta sea por Skype.

Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás por qué tu corazón no ha estallado todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho. Escribirás la historia de ustedes, tendrán hijos con nombres extraños y gustos aún más raros. Ella les leerá a tus hijos The Cat in the Hat y Aslan, e incluso puede que lo haga el mismo día. Caminarán juntos los inviernos de la vejez y ella recitará los poemas de Keats en un susurro mientras tú sacudes la nieve de tus botas.

Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

lunes, 11 de julio de 2016

LA FLOR Y LA MARIPOSA

Cierta vez, un hombre pidió a Dios una flor y una mariposa. Pero Dios le dio un cactus y una oruga. El hombre quedó triste, pues no entendió por qué su pedido llegó errado. Luego pensó: Con tanta gente que atender... y resolvió no cuestionar.

Pasado algún tiempo, el hombre fue a verificar el pedido que dejó olvidado. Para su sorpresa, del espinoso y feo cactus había nacido la más bella de las flores. Y la horrible oruga se había transformado en una bellisima mariposa.

Dios siempre hace lo correcto. Su camino es el mejor, aunque a nuestros ojos parezca que todo está errado. Si has pedido a Dios una cosa y has recibido otra, confía. Ten la seguridad de que Él siempre te proporcionará lo que necesitas en el momento adecuado. No siempre lo que deseas... es lo que necesitas. Como Él nunca falla en la entrega de sus pedidos, sigue adelante sin dudar ni murmurar...
La espina de hoy... será la flor de mañana.

FINGIR SENTIMIENTOS

Los sentimientos forman parte de nuestra propia esencia, surgen de una forma natural entre dos personas ya sea en el contexto del amor, la amistad y la familia. El ser humano tiene tal complejidad que como ser inteligente, también puede fingir un sentimiento como si fuese el mejor actor. Sí se puede fingir un interés artificial por otra persona pero la situación es insostenible eternamente, tarde o temprano la cuerda se rompe. Porque quien recibe ese falso cariño se da cuenta de las cosas o porque el estafador ya no soporta la idea de vivir en una mentira.

¿Cuándo se puede fingir un sentimiento?

Se suele fingir un sentimiento cuando una persona empieza a tener dudas en su mente sobre el futuro de una relación pero quiere darse un tiempo a sí misma para saber la verdad de sus sentimientos. En realidad, no está fingiendo con malicia pero es consciente de que las cosas no están del todo bien y no se lo comunica al otro.

Los sentimientos tampoco son sanos en una relación por interés en donde lo que se valora de la otra persona no es ella misma sino su posición económica o su estatus social. Las personas no son un medio sino un fin en sí mismo.

Quienes han tenido una doble vida durante un tiempo han fingido sentimientos al tener que jugar con dos historias en un mismo periodo con la tensión interna que produce la mentira.

En otros casos, existen personas que piensan que están ante su último tren y a pesar de no estar enamoradas se engañan a sí mismas por miedo a la soledad y a que no llegue otra oportunidad

La sinceridad es la base del amor

La sinceridad es la base del amor. Y esta sinceridad tiene un doble filo: es muy bonito escuchar mensajes de afecto en una etapa de romanticismo pero es muy incómodo cortar una relación cuando ya no sientes lo mismo. Así son las reglas del juego del amor.

domingo, 29 de mayo de 2016

LO QUIERO POR 50 BUENAS RAZONES.

Y es que cuando el corazón siempre le gana a la razón no hay porque detenerlo. Las mejores respuestas vienen del corazón y es mejor dejar que se exprese. No lo limites...
No, no importa si jamás esa persona lo lea, no importa si nunca tus sentimientos serán correspondidos, claro que no, lo que importa es lo que nació en tí y tu capadad de sentir.

Lo quiero porque me inspira. Lo quiero por conocerlo en mis sueños antes que en persona. Por nuestras telepatías. Por sus hermosos ojos cafés que causan el mismo efecto en mí que la cafeína. Por su voz que es como una carga de energía para mi día. Lo quiero por su amplia frente y sus contracciones. Porque se mira muy guapo rasurado pero aún más con barba. Lo quiero por sus labios rojos y el dulce sabor de su boca. Por nuestro primer beso y por todos los demás que nos dimos. Lo quiero por estar en mi mente aún cuando estoy ocupada en otras cosas. Lo quiero por tener el record de aparecer en mis sueños. Lo quiero por dejarme escuchar su corazón al recostar mi cabeza a su pecho. Lo quiero por sus vellos y porque nunca le gustó mi palabra de cariño. Lo quiero por su sonrisa y por su risa. Lo quiero porque disfruto de todos los recuerdos que tenemos juntos. Lo quiero porque en nuestras fotografías tiene un hermoso brillo en la mirada. Lo quiero porque me arranca suspiros. Lo quiero por esa declaración de amor que me hizo,  aunque solo haya sido una tarea de la clase de inglés; por provocar nervios en mí ese día y porque ahí supe que ya no había marcha atrás...ya estaba enamorada. Lo quiero por acelerar los latidos de mi corazón y por hacerme reír con sus locuras. Lo quiero por sus mensajes repentinos. Lo quiero aunque no se dé cuenta de cuánto. Lo quiero por las canciones que me lo recuerdan y por las que nos dedicamos. Por todas nuestras conversaciones y también por sus silencios. Lo quiero por ser un excelente padre y sobre todo responsable. Por sus gestos de niño y porque me dejó ver su hermosa alma. Lo quiero por sus secretos compartidos. Por todos sus defectos incluyendo su mal humor. Lo quiero por llevarme al autódromo en nuestra primera salida y por hacerme vivir la adrenalina. Lo quiero porque me mostró su llanto y por recurrir a mí en sus momentos de tristeza. Lo quiero porque a pesar de ser un experto conductor se subió a la acera de un parqueo y más por decirme que fué producto de los nervios por ir conmigo. Lo quiero por llamarme loca cuando estaba furiosa de celos. Lo quiero porque no puedo hacer otra cosa que quererlo. Lo quiero por ese atarcecer sentados frente al mar, en donde una ola nos alcanzó y mojó su celular (Como olvidarlo). Lo quiero por terminarse todo en el primer desayuno que le preparé; por decirme que estaba muy rico y por pensar que yo no podía cocinar. Lo quiero porque ni el tiempo ni la distancia han cambiado este sentimiento. Lo quiero porque un te quiero se queda corto y ya llevamos 49 y podría mencionar muchas más. Y la última lo quiero simplemente por que si.

[Feliz Cumpleaños 19/Jun]

"Mi madre solía decir que el amor nunca se malgasta, aunque no te lo devuelvan en la misma medida que te mereces o deseas. 
-Déjalo ir a raudales. -decía- Abre tu corazón y no tengas miedo de que te lo rompan. Los corazones rotos se curan. Los corazones protegidos acaban convertidos en piedra."

Lorena Mejía


martes, 24 de mayo de 2016

Al futuro amor de mi vida: por favor no llegues todavía

"Antes de coincidir, hay muchas cosas mías que quiero cambiar y así poder darte mi mejor versión."

Quizás nos conocemos o no, tal vez hayamos hablado, quizás no. Tal vez en algún momento cruzamos miradas o tal vez no. Tal vez te estoy amando desde antes o tal vez no...Espero que tu vida en este momento sea magnífica, que estés logrando cada una de esas metas que tenías planeadas. Que estés dónde siempre deseaste estar, pero por sobre todo espero que lo estés disfrutando, y que te tardes en llegar a mi vida.

Sí, quiero que te tardes un rato más, pues quiero sanar muchas cosas en mi vida, quiero conocerme más y hacer grandes cambios, así que no te apures, sigue ahí hasta que nos toque. 

Antes de coincidir, antes de ese momento en el cual nos encontremos por primera vez, quiero cambiar… Porque serás ese chico que siempre esperé, el que en su medida justa necesitará todo y nada de mí. 

Quiero que tengamos aventuras sin fin, y que disfrutemos de lo sencillo. Me encantaría que me extrañes y extrañarte, y que en una mirada nos podamos decir todo.

Me gustaría que nos riéramos de mil maneras, que seas divertido y serio a la vez, y que puedas ver detalles sencillos y valorarlos.

Quisiera sorprendente cada día y sorprenderme, que compartamos sueños uno con el otro. Al igual que me gustaría saber tus miedos y que tú sepas los míos, y que podamos llevarlos a nuestro lado sin fantasmas.

Quiero saber qué es lo que te asusta, divierte o enoja. Me encantaría que juntos curáramos cicatrices del pasado sin hacernos nuevas. Me gustaría tener largas charlas sin sentido o tan sólo salir de fiesta.

Quiero darte mi mejor versión, no algo que no es, sino alguien que quiero ser contigo, pues por ello te digo que no te apures. Pues quiero verte libre y que sea tu elección estar a mi lado, y que si elegimos unirnos, seamos uno.

Quiero poder disfrutar contigo de mis silencios y de los tuyos. Me encantaría conocer tus rarezas y cosas importantes, al igual que tú las mías. Que nos queramos sin presiones ni celos sino que con la libertad de elegirnos a diario.

Quiero agradecerle a esa persona que hoy ya no está contigo, esa que te dejó libre para que estuvieras en mi camino. Porque para cuando llegues tú, no quiero que sólo seas mi pareja, sino también mi amigo, mi compañero de aventuras. Que me tengas noches en vela, pensando en ti y estando a tu lado.

Quiero que seas dos personas en uno, perfecto e imperfecto a la vez. Que seas feliz, encantador, chistoso y a la vez puedas ser serio, diplomático y malhumorado, así amarte y que me ames. Y así cada día, poder agradecerle a la vida tenerte a mi lado.

Artículo por: Katherine Silvera

viernes, 20 de mayo de 2016

Voy a ser la mejor novia que hayas tenido jamás...

Voy a ser la mejor novia que hayas tenido jamás. Sí. Voy a serlo porque quiero. Me voy a reír de todas tus bromas, incluso si significa que seré la única riéndome contigo. Voy a sonreír cada vez que nuestras miradas se encuentren, porque lo siento así. Voy a pasar mis domingos contigo, viéndote saltar de emoción cuando tu equipo favorito marque un gol, siempre que tu me acompañes a una librería de vez en cuando. Te voy a ayudar a preparar la cena, pero sólo si prometes ayudarme a limpiar después. Y si me quieres ahí contigo, veremos todas las películas de acción y superhéroes juntos, pero sólo si estás dispuesto a ver una comedia romántica conmigo. También voy a tomar cerveza (o vino) contigo mientras me hablas de cómo te fue en el trabajo. Y cuando estés enfermo, voy a hacer mi mejor esfuerzo para hacerte sentir mejor con todas las caricias y besos que pueda darte. Y espero que tú hagas lo mismo.

Voy a darte tu propio espacio. Y espero que tú me des el mío. Voy a preguntarte cómo estuvo tu día –no por rutina, si no por curiosidad-, porque quiero saber qué partes de tu día te hicieron sonreír y cuáles te hicieron enojar. Voy a sorprenderte en distintas ocasiones, y a mimarte diariamente. Igual que espero que tú lo hagas por mí.

Prometo serte leal. Porque al final del día, eres el único que quiero. Voy a ser la que comparta tus esperanzas, tus sueños y tus miedos. Seré tu diario andante. Seré real, y prometo decirte las cosas como son. Porque no mereces menos. Haré lo posible por considerar tus pensamientos y sentimientos, y aunque no sea capaz de llenar tus zapatos de talla 42, haré mi mejor esfuerzo por caminar con ellos antes de juzgar tus pasos. Así que espero que tú trates de ponerte en mi lugar también.

Voy a gritar y voy a llorar. Mis inseguridades y celos eventualmente van a salir a la luz sin importar cuánto trate de esconderlas. Habrán ocasiones en las que no tendrán mucho sentido. Cuando esté confusa o preocupada, voy a hacer preguntas, muchas preguntas. A veces van a ser largas y estúpidas, así que voy a necesitar que seas paciente conmigo. Voy a darte largos silencios cuando esté molesta, y voy a evitar contacto contigo cuando no esté lista para hablarte. También voy a hacerte enfadar, pero como no soy capaz de leer tu mente, voy a necesitar que me lo digas. Y mientras discutamos, voy a intentar considerar tus sentimientos y ser justa. Así que te pido que tú hagas lo mismo por mí.

Voy a tratarte como me gustaría que tú me tratases. Quiero ser todo lo bueno para ti, y aunque ya sé que no siempre puede ser así, voy a esforzarme. No puedo prometerte que seré perfecta, pero como tu novia, voy a hacer todo lo que pueda para ser la mejor que hayas tenido jamás.

Sólo porque me haces querer serlo.


                                       Por: Candela Duato

EU TE AMO

Quando você sentir vontade de chorar, não chore
Pode me chamar que eu choro por você.

Quando você sentir vontade de sorrir, me avise
Que venho para nós dois sorrirmos juntos.

Quando você sentir vontade de amar, me chame,
Que eu venho amar você.

Quando você sentir que tudo está acabado, me chame,
Que eu venho lhe ajudar a reconstruir.

Quando você precisar de uma mão, me chame,
Que a minha é sempre sua.

Quando você estiver precisando ouvir alguém dizer: EU TE AMO!
Me chame que eu digo a você a todo hora.

Cuando tengas ganas de llorar, no llores, llámame que yo lloro por ti. Cuando quieras reir llámame, y reímos los dos juntos. Cuando tengas ganas de amar, llámame, yo te amaré. Cuando sientas que todo acaba, llámame, yo empezaré contigo. Cuando necesites una mano, llámame, mi mano siempre será tuya. Cuando necesites que alguien te diga que te quiere, llámame, que yo te lo digo a toda hora.

jueves, 19 de mayo de 2016

PARA TI, CUANDO LLEGUES...

Sólo espero que nos encontremos en el momento justo, ni antes ni después.

Tal vez nos conocemos, tal vez tuvimos un romance cuando éramos inmaduros, tal vez hayamos cruzado palabras o miradas alguna vez o a lo mejor jamás nos hemos visto, pero quien quiera que seas, esto es para ti. Espero que todo vaya bien contigo ahora, más que eso, que seas feliz y te estés realizando, que sonrías mucho; que tu vida sea plena y la disfrutes tanto que no tengas prisa por llegar, tárdate lo necesario, que ahora yo estoy disfrutando estar sin ti, porque estoy más que nunca conmigo. Sólo espero que coincidamos en el momento justo, ni antes ni después.

Quiero que seas ese chico que no necesite para nada pero quiera para todo, y quiero ser esa para ti, por la que hagas cosas que nunca pensaste, a la que extrañes, y que cada día agradezca tenerte en mi vida. Quiero llenarte de sorpresas e idear mil formas de hacerte sonreír. Me encantaría que compartas conmigo tus sueños, lo que más te gusta, esas tonterías que disfrutas, aquello que te da miedo, tus historias de niño, las cicatrices del pasado, los planes del futuro e incluso eso que no le dices a nadie más, quiero madrugadas de pláticas interminables, sábados de fiesta y domingos de flojera.

Quiero poder darte lo más grande que una persona da a otra, mi confianza, mi respeto y mi corazón, quiero poder ser yo contigo y que seas la versión más real de ti conmigo, que nos conozcamos más allá de lo que todos ven, poder contarte esas historias extrañas que a veces me pasan, abrazarte cuando todo va mal, cuando va bien y en realidad solo abrazarte siempre; quiero dormir con tus sudaderas y que mi ropa quede oliendo a tu perfume; que disfrutemos tanto salir como sólo recostarnos a ver películas, que conozcas a mi familia y mis amigos y seas parte de mi mundo.

Sobre todo, quiero que tengas tu tiempo y yo el mío, que sigamos teniendo cada uno nuestro mundo, nuestra vida y de vez en cuando invitemos al otro a pasar, a ser parte de, que esté bien no hablar siempre, y que nos sigamos queriendo igual, sin celos, sin posesiones, con libertad…porque los dos entendemos que no somos la mitad de otro, sino que estamos tan completos que se siente bien compartirlo.

Que el día que llegues, nuestros fantasmas estén tan en paz, que lo único que me importe de tu pasado sea que formó parte de quien eres hoy, que incluso agradezca a quienes estuvieron antes de mí, por haber estado en tu historia y por haberse ido de ella.

Para ti, cuando llegues, quiero que seas mi pareja, mi mejor amigo, mi confidente, mi compañero de aventuras; ese chico que me haga pensar que sí hay en un algún lado una persona perfectamente imperfecta para cada uno de nosotros, que tú eres la mía.

Artículo por: Sofía Hernández

lunes, 16 de mayo de 2016

EL CUENTO DE LATIF

Latif era el pordiosero más pobre de la aldea. Cada noche dormía en el zaguán de una casa diferente, frente a la plaza central del pueblo.

Cada día se recostaba debajo de un árbol distinto, con la mano extendida y la mirada perdida en sus pensamientos. Cada tarde comía de la limosna o de los mendrugos que alguna persona caritativa le acercaba.

Sin embargo, a pesar de su aspecto y de la forma de pasar sus días, Latif era considerado por todos el hombre más sabio del pueblo, quizás no tanto por su inteligencia, sino por todo aquello que había vivido.

Una mañana soleada el rey en persona apareció en la plaza. Rodeado de guardias caminaba entre los puestos de frutas y baratijas buscando nada.

Riéndose de los mercaderes y de los compradores, casi tropezó con Latif que dormitaba a la sombra de una encina. Alguien le contó que estaba frente al más pobre de sus súbditos pero también frente a uno de los hombres más respetados por su sabiduría.

El rey, divertido, se acercó al mendigo y le dijo:

- Si me contestas una pregunta te doy esta moneda de oro.

Latif lo miró casi despectivamente y le dijo:

- Puedes quedarte con tu moneda, ¿para qué la querría yo? ¿Cuál es tu pregunta?

El rey se sintió desafiado por la respuesta y en lugar de una pregunta banal, se despachó con una cuestión que hacía días lo angustiaba y que no podía resolver. Un problema de bienes y recursos que sus analistas no habían podido solucionar.

La respuesta de Latif fue justa y creativa.

El rey se sorprendió; dejó su moneda a los pies del mendigo y siguió su camino por el mercado meditando lo sucedido.

Al día siguiente el rey volvió a aparecer en el mercado. Ya no paseaba entre los mercaderes. Fue directo a donde Latif descansaba, esta vez bajo un olivar. 

Otra vez el rey hizo una pregunta y otra vez Latif la respondió rápida y sabiamente. El soberano volvió a sorprenderse de tanta lucidez. Con humildad se quitó las sandalias y se sentó en el suelo frente a Latif.

- Latif, te necesito – le dijo –. Estoy agobiado por las decisiones que como rey debo tomar. No quiero perjudicar a mi pueblo y tampoco ser un mal soberano. Te pido que vengas a palacio y seas mi asesor. Te prometo que no te faltará nada, que serás respetado y que podrás partir cuando quieras… Por favor.

Por compasión, por servicio o por sorpresa, el caso es que Latif, después de pensar unos minutos, aceptó la propuesta del rey.

Esa misma tarde llegó Latif a palacio en donde, inmediatamente, le fue asignado un lujoso cuarto a escasos doscientos metros de la alcoba real.

En la habitación, una tina de esencias y agua tibia lo esperaba.

Durante las siguientes semanas las consultas del rey se hicieron habituales.

Todos los días, a la mañana y a la tarde, el monarca mandaba llamar a su nuevo asesor para consultarle sobre los problemas del reino, sobre su propia vida o sobre sus dudas espirituales.

Latif siempre contestaba con claridad y precisión.

El recién llegado se transformó en el interlocutor favorito del rey. A los tres meses de su estancia ya no había medida, decisión o fallo que el monarca no consultara con su preciado asesor.

Obviamente, esto desencadenó los celos de todos los cortesanos que veían en el mendigo-consultor una amenaza para su propia influencia y un perjuicio para sus intereses materiales.

Un día todos los demás asesores pidieron audiencia al rey. Muy circunspectos y con gravedad le dijeron:

- Tu amigo Latif, como tú le llamas, está conspirando para derrocarte.

- No puede ser - dijo el rey -. No lo creo.

- Puedes confirmarlo con tus propios ojos - dijeron todos -. Cada tarde a eso de las cinco, Latif se escabulle del palacio hasta el ala sur y en un cuarto oculto se reúne a escondidas, no sabemos con quién. Le hemos preguntado a dónde iba alguna de esas tardes y ha contestado con evasivas. Esa actitud terminó de alertarnos sobre su conspiración.

El rey se sintió defraudado y dolido. Debía confirmar esas versiones.
Esa tarde a las cinco, aguardaba oculto en el recodo de una escalera. Desde allí vio cómo, en efecto, Latif llegaba a la puerta, miraba hacia los lados y con la llave que colgaba de su cuello abría la puerta de madera y se escabullía sigilosamente dentro del cuarto.

- ¿Lo visteis? - gritaron los cortesanos - ¿Lo visteis?

Seguido de su guardia personal el monarca golpeó la puerta.

- ¿Quién es? - dijo Latif desde adentro -.

- Soy yo, el rey - dijo el soberano -. Ábreme la puerta.

Latif abrió la puerta.

No había allí nadie, salvo Latif.

Ninguna puerta o ventana, ninguna puerta secreta, ningún mueble que permitiera ocultar a alguien.

Sólo había en el suelo un plato de madera desgastado, en un rincón una vara de caminante y en el centro de la pieza una túnica raída colgando de un gancho en el techo.

- ¿Estás conspirando contra mí Latif? - preguntó el rey -.

- ¿Cómo se te ocurre, majestad? - contestó Latif - . De ninguna forma. ¿Por qué lo haría?

- Pero vienes aquí cada tarde en secreto. ¿Qué es lo que buscas si no te ves con nadie? ¿Para qué vienes a este cuchitril a escondidas?

Latif sonrió y se acercó a la túnica rota que pendía del techo. La acarició y le dijo al rey:

- Hace sólo seis meses, cuando llegué, lo único que tenía eran esta túnica, este plato y esta vara de madera - dijo Latif -. Ahora me siento tan cómodo en la ropa que visto, es tan confortable la cama en la que duermo, es tan halagador el respeto que me das y tan fascinante el poder que regala mi lugar a tu lado… que vengo cada día para estar seguro de no olvidarme de quién soy y de dónde vine.

DIOS SIEMPRE ESTA PRESENTE

En cierto pueblo vivía Pedro, un hombre que creía fervientemente en Dios.

Un día empezó a llover y al ver que se aproximaba una fuerte inundación, todos los lugareños decidieron abandonar el lugar y ponerse a buen resguardo. Cuando pasaron por casa de Pedro, éste les dijo que se quedaba ya que “Dios lo iba a salvar”. No hubo manera de convencerlo, Pedro se quedó y todos los demás se fueron.

Transcurrieron las horas y el nivel del agua subió más de metro y medio. En eso pasó por casa de Pedro un hombre en su pequeño bote. Le ofreció un espacio para que se subiera, pero Pedro se negó nuevamente ya que “Dios lo iba a salvar”. Sin entender la actitud de Pedro, el hombre siguió navegando en búsqueda de otros a quienes ayudar.

Seguía lloviendo a cántaros y pronto el agua obligó a Pedro a subir sobre el tejado de su vivienda. En eso llegó un helicóptero de rescate que sobrevolaba la zona. Una vez más Pedro se negó a partir ya que “Dios lo iba a salvar”.

Pero la fuerza de la naturaleza fue implacable, destruyó la casa y se llevó consigo la vida de Pedro.

Como era un buen hombre, el alma de Pedro subió al cielo donde se encontró con Dios. Al verle, Pedro le preguntó entristecido:

- Toda mi vida creí en ti y seguí la senda del bien. Fervientemente estaba convencido que me ibas a salvar, pero no fue así. Ahora yo estoy aquí, mientras que mis seres queridos lloran mi muerte. ¿Por qué no me salvaste de aquella tragedia?

Con mucha dulzura, Dios le respondió:

- Hijo mío, claro que traté de salvarte: envié primero a tus vecinos, luego a un buen hombre con su bote y finalmente a un helicóptero de rescate, sin embargo en cada ocasión tú te negaste a recibir la ayuda.

lunes, 9 de mayo de 2016

EL CAMELLO AMARRADO.

Bajo la calurosa luz del sol, una caravana atravesaba las arenas del desierto. Poco antes del atardecer se detuvieron para preparar el campamento donde iban a pernoctar. Un joven al que habían contratado para que se ocupara de los camellos se le acercó al jefe del grupo diciéndole:

- Tengo un problema, son 18 camellos y solo tengo 17 cuerdas para amarrarlos.

- Eso no es ningún problema – le dijo el jefe –, los camellos no son muy inteligente. Amarra los primeros 17 y luego te acercas al último y simulas amarrarlo a él también. Como habrá visto que todos sus compañeros fueron amarrados y habrá sentido que te acercaste a hacerle lo mismo, se quedará quieto toda la noche pensando que él también está atado.

El joven fue a hacer lo que le dijo el jefe sin protestar pero sin creer nada de lo que había escuchado. Al terminar se percató de que el último camello se quedó tranquilo junto a sus compañeros.

Al amanecer el joven vio con alivio que el camello permanecía allí donde lo había dejado. Entonces liberó a los otros 17 camellos ya que pronto debían partir. Cuando la caravana se puso en camino, el joven corrió hacia su jefe diciendo:

- Espere, espere, hay un camello que no nos sigue.

- ¿Es el mismo camello al que simulaste amarrar anoche? – contestó el jefe con una media sonrisa en los labios.

- Si ¿Cómo lo sabe?

- Seguro que esta mañana se te olvidó soltarlo

- Pero no tiene amarras

- Lo sé – contestó pacientemente el jefe –, pero el camello todavía piensa que está amarrado. Corre, simula soltarlo y verás que se pondrá en camino.

Lo mismo nos pasa a nosotros muchas veces. Nuestros prejuicios y paradigmas mentales nos colocan una atadura inexistente que no nos permite avanzar en nuestra vida, que nos amarra a creencias sin sentido y nos impide emprender la construcción de nuestros sueños y metas.

domingo, 1 de mayo de 2016

EL TIPO DE CHICA QUE NO DEBES DEJAR IR.

Ella no usa minifaldas ni grandes escotes para verse guapa y llamar la atención, su atuendo preferido son jeans y unos zapatos cómodos y aun así nunca pasa desapercibida.

Ella te dice lo que siente, bueno o malo. No se guarda nada ni espera que adivines y le leas el pensamiento, sabe lo que quiere y no duda en decirlo.

Ella no espera que pagues la cuenta o el cine, lo acepta de vez en cuando, pero sabe que tú tienes gastos y que no dejará de ser una chica por sacar su billetera.

Ella no sale y se emborracha, nunca la verás perder el control por una bebida.
Ella no comparte en sus redes sociales fotos de su última borrachera ni de su escote. Si comparte fotos de ella, pero sabe que su valor no está en su cuerpo, sus likes o los comentarios.

Ella no está ansiosa por el próximo capítulo de la telenovela, ni sabe todos los chismes de las estrellas de televisión. Si ve tele, pero prefiere una buena película o pasar horas con la nariz entre un par de páginas, leyendo.

Con Ella no solo hablas del clima y sus planes para las vacaciones, con Ella puedes hablar de temas que ni sabias que existían y te darás cuenta de lo mucho que sabe, si bien siempre te sacara risas, puedes entablar una conversación interesante acerca de política, religión, la vida, el universo, etc. No lo sabe todo, pero te das cuenta de lo inteligente que es y que quisiera saber y aprender más.

Ella no pide ensaladas y verduras cuando la llevas a comer, si se cuida y respeta su cuerpo, pero por lo mismo sabe que puede sentarse a comer unos tacos y pizza sin problemas.

Ella no está esperando que tú la guíes y le muestres el camino que debe seguir, Ella sabe lo que quiere y te quiere como compañero, como apoyo y no como guía.

Ella puede llorar y reír en segundos, puede usar un pantalón con tenis y mañana un vestido con un lindo bolso.

Esa chica que vino a tu mente mientras leías esto, es el tipo de mujer que no debes dejar ir.

Porque si logras que Ella te ame, será capaz de escucharte en tus peores días, te aconsejará, te cuidará y buscará que seas feliz a como dé lugar.




domingo, 10 de abril de 2016

ESCUCHA A TU CORAZON, AL FINAL SALDRAS GANANDO.

         "Un hombre le dice a una mujer: "Siempre te amaré", y al día siguiente se enamora de otra. Es una víctima de una necesidad biológica ciega. Cuando dijo "siempre te amaré" no estaba mintiendo; estaba siendo completamente sincero...; pero no era consciente de que el mañana no está bajo su control. Sólo podemos hablar de este momento y decir: "Te quiero ahora. En cuanto al mañana, veremos qué ocurre. Yo no estoy atado y tú tampoco. Si mañana volvemos a sentir que nos amamos, será una agradable sorpresa".
          ¿Por qué limitar tu vida comprometiéndote? ¿Por qué no dejarla abierta a cualquier sorpresa? ¿Por qué no dejarla abierta a la aventura? ¿Por qué enterrarla en una tumba? Luego sufres porque empiezas a pensar: "Lo había prometido, me he comprometido. Ya no tiene importancia que quiera cumplir mi promesa o compromiso. Lo que está en juego es mi integridad. Tendré que fingir, pero no puedo admitir que he sido un bobo al comprometerme".
          No se trata de hacer una síntesis entre la mentira y la verdad o lo auténtico y lo falso. Tendrás que renunciar a lo falso, escuchar a tu corazón y hacerle caso, cueste lo que cueste..., siempre te saldrá barato. Pierde todo lo que tengas que perder; pero si escuchas a tu corazón, al final saldrás ganando, obtendrás la victoria. Pero si lo que quieres es engañar a los demás y a ti mismo, eso es otro asunto".

Antes del amanecer-OSHO

jueves, 7 de abril de 2016

NO CONFUNDAS EL AMOR CON OTRAS COSAS.

No hay nada que pueda destruir el amor. Si está ahí, seguirá creciendo. Pero tengo la sensación de que en la mayoría de los casos lo que había no era amor. Te has equivocado, había algo diferente, quizá fuese sexo, quizá fuese atracción sexual.

Entonces, el amor se destruirá porque en cuanto has hecho el amor con una mujer desaparece la atracción sexual. La atracción sexual surge hacia todo lo desconocido, una vez que has probado el cuerpo de una mujer o de un hombre, desaparece la atracción sexual. Si tu amor sólo era esta atracción, entonces tendrá que desaparecer, tal vez no de inmediato, pero en algún momento se destruirá.

No confundas el amor con otras cosas. Si el amor es verdadero amor... ¿Qué quiero decir con «verdadero amor»? Quiero decir que te sientes feliz simplemente con estar en presencia de la otra persona, cuando estáis juntos estáis extáticos, la presencia del otro te produce una satisfacción en el fondo de tu corazón... algo empieza a cantar en tu corazón, estás en armonía. Basta con la presencia del otro para que te sientas unido; seas un individuo, estés más centrado, más enfocado. Esto es amor.

El amor no es una pasión, el amor no es una emoción. El amor es tener una profunda comprensión de que alguien te está completando. El otro consigue que seas un círculo completo. La presencia del otro realza tu presencia. El amor te da libertad para ser tú mismo; no es posesividad.

Por eso, ten cuidado, no pienses que el sexo es amor o te decepcionarás. Debes estar atento a cuando empieces a sentir que sólo necesitas la presencia del otro, la presencia pura, nada más; sin pedir nada, sólo su presencia, que el otro exista, esto es suficiente para hacerte feliz... Entonces, empieza a florecer algo dentro de ti, brotan mil flores de loto, estás enamorado. Y podrás pasar a través de todas las dificultades que origina la realidad. Podrás pasar por todas las angustias y ansiedades, y tu amor seguirá floreciendo cada vez más, porque todas esas situaciones se convertirán en retos. Y tu amor, al superarlas, crecerá cada vez más y se hará más fuerte.

El amor es eternidad. Si existe, irá aumentando cada vez más. El amor tiene principio pero no tiene final.

Osho