lunes, 23 de julio de 2018

Llega un momento en que no nos impresionamos con bellos cuerpos, sino con bellas almas.

Definitivamente a medida que el tiempo pasa y vamos apreciando la vida de una manera más madura, con más vivencias, con más consciencias, nuestras escalas de prioridades de modifican, lo que en un momento resultó primordial, se vuelve secundario, las cosas realmente importantes parecen brillar ante nuestros ojos, que a su vez dilatan sus pupilas ante otros estímulos.
Por más que abras los ojos, si no miras claramente desde tu consciencia, jamás podrás ver completamente la realidad.
"Llega un momento en que no nos impresionamos con bellos cuerpos, sino con bellas almas".
Puede ser que siendo considerados con nosotros mismos y quizás no pudiendo encontrar la belleza que en algún momento sentíamos que nos acompañaba, decidamos mirar más allá. O sencillamente nuestro criterio cambie y sinceramente podamos apreciar con los ojos del alma, lo que realmente trasciende.
Todo cambia, todo es impermanente
Este principio nos invita a desapegarnos, a no aferrarnos a las cosas que sabemos que no durarán y bajo el principio de totalidad, esto aplica para cada una de las cosas que conocemos, incluyendo las personas, los afectos, los lugares…
Cuando nos desligamos de nuestra forma más básica de pensar y la atracción física deja de mover nuestras emociones para darle paso a la atracción mental o a conexiones para las cuales no tenemos mayor explicación, hemos pasado a un nivel de evolución diferente, que nos permitirá descubrir en el otro algo que no tiene que ver con lo evidente, sino con su esencia más pura.
Es necesario que el ego se siente a un lado, solo a mirar, sin interferir, sin opinar, sin juzgar y para ello, será conveniente estar en cada momento de manera consciente y presente, esto permitirá que el ego descanse y nuestro verdadero ser asuma el control, encontrando la belleza en otras partes, en otras cosas, en todo y en todos.
La belleza nunca dejará de impresionarnos con el paso del tiempo, pero sí aprenderemos a que la belleza no está en los sitios donde acostumbrábamos a observarla, la apreciaremos en las cosas más sencillas, que quizás no le dábamos valor, la contemplaremos en la sonrisa de un niño, en la bondad de quien ayuda, en quien escucha y aprende, en el que defiende a otros ante la injusticia, en el que vibra con lo que hace, en las miradas plenas de amor, en cada milagro que conforma la vida, en cada alma que toca la nuestra.


lunes, 16 de julio de 2018

LO QUE DICES...

Dices que la quieres natural, con poco maquillaje y sin provocar demasiado. Pero luego, sin darte cuenta, le has dado 'Me gusta' a tres con la personalidad por las nubes y con un kilo de maquillaje en el rostro, enseñando las nalgas o el escote. Y has empezado a seguir a tres más donde lo que predomina en la foto no es el paisaje precisamente. Dices que no quieres una fácil, pero terminas haciendo lo correcto con una de esas y dejas de llamar a esa que quiere ir despacio. Buscas sin parar a la que más enseña y atrae por sus curvas, mientras pasa la mujer de tu vida por delante de tus narices. Quieres una mujer real, y a la vez promocionas y mandas pantallazos a tus amigos de aquella que enseña las nalgas y los pechos en instragram, o el vídeo de la que baila como teibolera. Te tiran más dos tetas que dos carretas, mientras otra es capaz de hacerte sonreír sin ni siquiera quitarse una prenda de ropa.


lunes, 2 de julio de 2018

NO TE ENAMORES DE UNA MUJER QUE AMA A LOS PERROS...

¨Absolutamente nunca te fijes en una mujer que ame a los perros, mucho menos pretendas enamorarte de ella, ¡resístete!, ¿crees que exagero? Las mujeres que aman a sus perros definitivamente están locas, creen en el amor verdadero y definitivamente no renunciarán a eso. Perfectamente sabe que su jornada de trabajo puede ser la peor, pero al llegar a casa todo quedará olvidado pues la espera un amor incondicional, un amor único que lo que hará será recibirla efusivamente con besos y ladridos.
Ella disfruta y sabe que la felicidad se puede encontrar en cualquier tipo de día, en uno soleado al aire libre o bajo la lluvia, da igual, solamente se encarga de ser feliz. Perfectamente sabe que su fiel amigo la ama tanto como ella a él, se siente protegida ferozmente y resguardada siempre.
Ama escuchar el silencio con la única compañía que más ama… su mejor amigo perruno. Encuentra paz con una simple caricia o una tierna mirada. Sabe y está segura de que la fidelidad es algo natural, lógico y sobreentendido y no la siente como algo forzado, como un peso que cargar, definitivamente no.
Sin duda alguna amigo, no debes enamorarte de una mujer que ama a su peludo con locura, a ella jamás podrás engañarla, ella comprende cuando las cosas no están bien incluso antes de decirlas y todo gracias a su sexto sentido y en especial, se debe a esa sensibilidad extrema que desarrolla.
La mujer que ama a su perro sin duda alguna puede ser dulce como un cachorro y feroz como un lobo. Ha descubierto sentimientos puros y verdaderos en sus cachorros que también desea encontrar en un hombre.
Una mujer así… definitivamente está loca. Tan loca que es capaz sin titubear de poner en riesgo su integridad por defender aquello que ama y más si se trata de su amigo perruno. Esta mujer ríe de la nada y conversa en la comunión de las miradas a la hora de la siesta.
Definitivamente no debes enamorarte de una mujer así; ella conoce todo sobre la reciprocidad, la fidelidad, la nobleza, la entrega y la forma de hacer demostraciones sin restricciones, sin límites. Además, deberías imponerte pues es una chica a veces ridícula y un poco desaforada.
Olvídate de que ella se fije de los pelos en su ropa, los lleva como trofeo de la gran conexión y amor que tiene hacia su perro. Lo ama tanto que el día en que lamentablemente se vaya pasará por un doloroso duelo por el cual deberás acompañarla y respetarlo. Una de sus prioridades siempre será su hijo peludo y deberás ¨competir¨ con él entre unos cuantos aspectos, lamentablemente en la mayoría terminarías perdiendo. Deberás soportar que su teléfono este invadido de fotos con él y contigo muy pocas. Por eso, no te enamores de una mujer que ama a su perro.
Su peculiar forma de ser y su intensidad para amar harán que si te enamoras de ella, te sea imposible olvidarla, alejarte, inclusive aunque decidan terminar. Ella es de las que da todo cuando ama y su instinto maternal y de protección simplemente te atrapará.
No te enamores de una mujer así, loca, única, entregada. Su locura se transmite con facilidad y si no eres inmune, lo más posible es que termines contagiándote. Así que, no te enamores de una mujer que ama a los perros.¨