A ti, preciosa alma gemela, para que volemos siempre libres, y cuando tengamos un instante, recordemos que por encima de lo que la vida nos depare, por encima de lo que estemos haciendo, de a quién estemos amando...siempre estará el Amor que un día nos unió a bajar juntos a este espectáculo, y que solo por eso, hará de esta historia, una historia única entre tantas.....irrepetible, incomparable...imborrable. Sabes que te amo....con toda la luz y la fuerza que me caracterizan, así como con todo el desapego, libertad y ligereza que cada día aprendo más y más a practicar, y a disfrutar. Maestros que se juntan, ángeles que vibran en la distancia al unísono, pues dos corazones, cuando se acompasan, saben bailar al mismo son sin mirarse, sin verse, solamente sintiéndose.
Lo que pienso, lo que me gusta, lo que creo, lo que leo, lo que veo, lo que digo, lo que opino, lo que no me atrevo a decir...en fin todo compartido aqui ;)
miércoles, 27 de enero de 2016
HISTORIA DE DOS ALMAS GEMELAS
A ti, preciosa alma gemela, para que volemos siempre libres, y cuando tengamos un instante, recordemos que por encima de lo que la vida nos depare, por encima de lo que estemos haciendo, de a quién estemos amando...siempre estará el Amor que un día nos unió a bajar juntos a este espectáculo, y que solo por eso, hará de esta historia, una historia única entre tantas.....irrepetible, incomparable...imborrable. Sabes que te amo....con toda la luz y la fuerza que me caracterizan, así como con todo el desapego, libertad y ligereza que cada día aprendo más y más a practicar, y a disfrutar. Maestros que se juntan, ángeles que vibran en la distancia al unísono, pues dos corazones, cuando se acompasan, saben bailar al mismo son sin mirarse, sin verse, solamente sintiéndose.
sábado, 23 de enero de 2016
EL AMOR Y EL JUEGO DE PALABRAS
Tal vez algunos de ustedes recuerden un juego, cuyo nombre desconozco, que consistía en encontrar a la persona que tenía la tarjetita con la misma palabra que uno.
Los participantes se dividían en dos grupos, hombres por un lado y mujeres por el otro. Se repartían unas tarjetitas a unos y a otros. Las de las mujeres eran de color rosa y las de los hombres, de color celeste. Esas tarjetas tenían escrita una palabra rara, que no significaba nada, como por ejemplo “bubumutu”. Había muchas parecidas entre sí, lo cual llevaba a confusión. Por cada palabra que tenía una mujer, un hombre tenía la misma. Se apagaba la luz del cuarto y cada uno tenía que decir en voz alta su palabra hasta encontrar a la persona del otro sexo que tenía la misma. Por supuesto, era una mezcla de sílabas similares, un barullo de voces sonando al mismo tiempo y la oscuridad que ayudaba a no encontrarse. Era muy divertido.
Hoy, varios años después, se me ocurre pensar que la vida real es bastante parecida a ese juego. Vamos buscando a nuestra alma gemela, un poco mareados, caminando a oscuras muchas veces, diciendo a viva voz nuestra palabra y con la esperanza de encontrar y ganar. El problema es que, por miedo a quedarnos solos, muchas veces elegimos la palabra que no es la nuestra. Por ejemplo, si nuestra tarjetita dice “bubumutu” pero nos topamos con un “bubumuru”, por las dudas, por falta de fe, nos quedamos con esa pareja. Y, obviamente, no ganamos porque sólo ganan los que encuentran su par. Tal vez no nos demos cuenta en seguida de que no hemos ganado, tal vez estemos un par de años pensando que hemos vencido, pero tarde o temprano la verdad nos saltará en la cara.
Ojalá tengamos la valentía suficiente para seguir caminando hasta encontrar nuestra palabra… no una parecida, no una que más o menos va… sino la nuestra.
EL VERDADERO EXITO
Cuando pensamos en una persona exitosa, generalmente, nos imaginamos a alguien con éxito profesional o económico. Nos cuesta deshacernos de estas asociaciones.
No solemos pensar en una persona que vive decentemente como alguien exitoso si ello no va acompañado de logros laborales o económicos. Sin embargo, si, como ya hemos dicho, el fracaso verdadero es elegir el camino del mal y nunca cambiar de dirección, el éxito debería ser su contrapartida: elegir el camino del bien. Pero pocas veces somos conscientes de ello y lo podemos separar suficientemente, tal vez por la niebla de nuestras vidas, que nubla nuestro entendimiento y que hace que juzguemos equivocadamente.
Ojalá podamos empezar a liberarnos de los requisitos impuestos por una sociedad que mira a través de la niebla y construyamos nuestras propias vidas en base al éxito verdadero, mirando y juzgándonos (a nosotros mismos y a los otros) a través de los claros que se abren en la niebla de cada uno, para equivocarnos cada vez un poco menos.
ORACION DIARIA
Señor, dame paciencia para esperar
porque mis tiempos no son tus tiempos.
Aplaca la ansiedad que hay en mí y permíteme ver que en el camino se va la vida.
Ayúdame a no pretender apurar los pasos y dame la fe necesaria para sentir que, aunque crea que mi andar es demasiado lento, Tú me haces avanzar en el momento adecuado.
Señor, dame fortaleza para no claudicar,
renueva mis fuerzas cada vez que sea necesario y permíteme sentir que estás siempre a mi lado.
Señor, dame paciencia para esperar y sabiduría para entender que mis tiempos no son tus tiempos y permíteme sentir que me tienes tomada de las manos.
Amén.
EL CAMINO DEL BUEN HOMBRE
Iba un maestro con sus aprendices, del pueblo hacia la granja, por el Camino del Buen Hombre. A su paso se encontraron con un cachorrito desamparado, pero alegre y juguetón. Los aprendices le dijeron: "Maestro, tú deseabas salvar la vida de un perro, aquí tienes la oportunidad; además es lindo y simpático, te alegrará tu granja". Pero el maestro pareció no oírlos y siguió caminando.
Un trecho más adelante se encontraron con otro perro desamparado, más grande que el anterior, pero muy lindo y cariñoso. Otra vez, los aprendices le dijeron: "Mira, maestro, este perro es hermoso, si lo llevas todos tus amigos te alabarán y podrás gozar del cariño que este perro tiene para dar". Pero, nuevamente, el maestro se hizo el que no los oyó y continuó su andar.
Algunos kilómetros después se encontraron con un tercer perro abandonado, encorvado, que caminaba lento y que estaba en el tramo final de su vida. Al verlo, los aprendices no dijeron nada al maestro. Pero esta vez, el maestro les dijo: "Tomen una soga y llévenlo con nosotros. Este es el perro que quiero llevar conmigo". Los aprendices estaban desorientados, pero obedecieron al que los guiaba. Entonces, uno de los aprendices le preguntó al maestro: "Señor, disculpa que no entienda, pero ¿por qué, habiendo otros dos perros mejores, elegiste el que está encorvado, camina lento y se encuentra en el final de su vida?". El maestro contestó: "Bien saben ustedes que mis bienes son escasos y que no tengo posibilidades de alimentar más que a un perro. Ahora, díganme ustedes qué perro tiene más posibilidades de ser rescatado". Los aprendices le contestaron: "Sin dudas, el primero y luego, el segundo". El maestro les dijo: "Es por eso que yo rescaté al tercero. Nadie lo querría, por eso yo lo elijo como mi compañero y lo cuidaré y amaré el tiempo que le quede de vida. En cuanto a los otros dos, vayan y digan a mis amigos: 'Hay dos perros muy lindos, uno alegre y el otro cariñoso, abandonados en el camino que baja del pueblo', y les aseguro que vendrán prontamente a rescatarlos".
Con el perro con ellos, continuaron el camino hasta la granja del maestro.
lunes, 18 de enero de 2016
¿QUÉ CUÁNTOS AÑOS TENGO?
La edad en que puedo: Gritar sin miedo lo que pienso...
Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido...
Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡No quiero pensar en ello!
Pues unos dicen que ya soy viejo(a),
y otras "que estoy en el apogeo".
¡Estás muy viejo(a), ya no podrás!
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños,
se empiezan a acariciar con los dedos,
las ilusiones se convierten en esperanza.
a veces es una loca llamarada,
ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada..
y otras... es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.
No necesito marcarlos con un número,
pues mis anhelos alcanzados,
mis triunfos obtenidos,
las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas...
¡Valen mucho más que eso!
¡Qué importa si cumplo cuarenta, cincuenta o más!
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero,
pues llevo conmigo la experiencia adquirida
y la fuerza de mis anhelos.
Tengo los años necesarios para perder el miedo
y hacer lo que quiero y siento!!.
¿¿cuántos tengo, o cuántos espero … ??
Si con los años que tengo...
¡¡Aprendí a querer lo necesario y a tomar sólo lo bueno!!