Cada
vez que sentimos emociones negativas todo nuestro ser se resiente.
Cuando me enfado, cuando me disgusto, cuando me siento triste, sólo
estoy contribuyendo a que mi salud se deteriore. Sé que no es sencillo
dejar de tener emociones negativas. Yo
me conozco la lección estupendamente y también las tengo. Pero… antes
pasaba la vida metido en ellas y ahora afortunadamente les digo adiós
con rapidez. Hoy mismo me he reído de mi varias veces al encontrar mi
mente ocupada con un enfado de ayer. Antes, sin darme cuenta, pasaba
mucho tiempo sumergido en los recuerdos negativos, ahora con la práctica
cada vez me descubro antes. Lo contrarresto con una risa o una sonrisa y
me digo: míralo con amor. Total… ¿Qué gano yo metiéndome de
nuevo en la rabia o el dolor? Está claro que lo único que ganamos es
sentirnos mal y perder nuestra alegría y salud. Cuidar las emociones no
significa no sentirlas o no tenerlas, es reconocerlas como lo que son y
salir de ellas, antes de que nos hagan daño. Intentar llevar el amor a
una situación que te desagrada no es hacer un favor a nadie, es hacerte
un favor a ti. Por tu bien, cuida tus emociones, estarás cuidando tu
alegría y tu salud.
Por: Juan Esteban
Por: Juan Esteban
No hay comentarios:
Publicar un comentario