jueves, 13 de febrero de 2020

LOS AMORES PARA SIEMPRE...

Los amores para siempre no se ajustan a promesas, sino a elecciones de almas
El amor no es posible explicarlo de una única manera, tiene tantas variaciones como malinterpretaciones y distorsiones. Hoy en día el amor real es cada vez más escaso y lo que normalmente vemos son amores por conveniencia, no necesariamente económica, sino de cualquier tipo.
La conveniencia lleva consigo condiciones, las cuales contradicen el verdadero amor y el que normalmente alcanza a romper esas fronteras definidas por el tiempo y llegar a convertirse en los tan famosos “para siempre”.
Un amor para siempre no se alcanza por una promesa, sencillamente porque todo cambia, incluso los sentimientos que sabemos más profundos, pueden cambiar y pasar a ser solo los restos de la inmensidad que un día pudo definirlos.
Podemos prometer amor eterno, estar con alguien en las buenas y en las malas, etc, etc. Podemos incluso estar completamente convencidos de que eso es lo que queremos. Pero eso coincide, en el mejor de los casos, con lo que sentimos en ese momento. Nuestras actuaciones y decisiones, son las que determinarán si efectivamente ese amor entrará en la lista de los que nunca mueren.
Amores para siempre, incluso en la distancia
Algo bastante paradójico que caracteriza a los amores para siempre, es que no resulta necesaria la presencia del otro, para que el amor se dé… Inclusive, hay amores eternos que solo se formaron de manera unilateral, que nunca fueron correspondidos y aun esto no fue suficiente como para dejar de amar.
Podemos amar a alguien y resignarnos o aceptar que esa persona no esté cerca, por múltiples causas, pero que no esté disponible para demostrarles ese amor o hacerles saber lo que representan en nuestras vidas. Podemos amar a alguien toda la vida y simplemente alegrarnos por saber que se encuentran bien, que su vida es plena, que son felices, incluso sin nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario