miércoles, 17 de abril de 2019

Uno siempre vuelve a los lugares donde amó la vida.

Uno siempre vuelve a los lugares donde amó la vida.
Ciertamente hay lugares que nos llaman, en donde nuestra alma se siente en casa, en donde tenemos la esperanza de volver a sentir lo que en alguna oportunidad sentimos… Muchas veces esos lugares, refugios de nuestra felicidad, no fueron valorados en su momento, sino que fue necesario dejarlos para entender, para darnos cuenta de lo que representaban para nosotros, de lo que contenían, de lo que nos llenaban…
Queremos volver a esos lugares en donde amamos intensamente, a donde agradecimos estar, a donde nuestra respiración se aceleraba o por el contrario, era tan calmada y regular que nos hacía conectarnos con esa parte de nosotros que solo reconocemos cuando nos sentimos en paz.
Algunos recuerdos nos llenarán de alegrías, otros nos llenarán de nostalgia, muchas interrogantes podrán habitar nuestra mente, pero abrazaremos con fuerza ese momento y con él todos los que dejamos en el pasado que le pertenecen justo a un lugar, a un sitio que se volvió especial para nosotros, que tiene una belleza única, que quizá no es evidente a los ojos, pero sí al alma, que se regocija en la felicidad y especialmente en el amor…
Esos lugares son espacios que no ocupan tanto en el espacio físico como lo hacen en nuestros corazones, cada quien tiene el suyo, quizá varios…lugares en los cuales se amó la vida, donde la existencia tomó un sentido especial…esos lugares a donde siempre queremos volver, que parecen estar esperándonos todo el tiempo y cuando nos reciben nos dan la sensación de no habernos alejado nunca.

Por: Sara Espejo.

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